18 octubre, 2008

A ponerse en movimiento

Autora: Prof. Sandra Von Kotsch



La actividad física durante el embarazo tiene efectos positivos



Durante el periodo de gestación tiene como objetivo principal proporcionar un embarazo más saludable. También en la preparación de la mamá para participar activa y positivamente en el momento del parto y recuperarse rápidamente en el puerperio.





Durante el embarazo se producen modificaciones a nivel somático como lordosis postural, debilitamiento de la musculatura abdominal y el consecuente aumento del trabajo de la musculatura dorsal. También se genera el desplazamiento del centro de gravedad hacia adelante, por lo que la embarazada adquiere una mala postura que puede estar acompañada de dolores lumbares, mala circulación en las piernas, calambres, adormecimiento de manos y dificultades respiratorias.Problemas y dificultades que, con la orientación y realización de ejercicios específicos, se podrán ir corrigiendo en cada embarazada. Pero para alcanzar este cometido, los ejercicios deberán ir acompañados de seguimiento profesional y enseñanza personalizada con el fin de contribuir a un verdadero cambio de actitud.


Actualmente se considera que la gimnasia puede iniciarse desde la semana 12 hasta el parto
¿Gimnasia hasta el parto?Actualmente se considera que la gimnasia puede iniciarse desde la semana 12 hasta el parto.Al respecto, es importante saber que quienes jamás hayan practicado ejercicios físicos estarán en condiciones de realizar la clase.

La frecuencia ideal de la gimnasia es de 2 o 3 veces por semana intercaladas con caminatas de 40 minutos a un ritmo moderado. La natación es también una actividad recomendable para las embarazadas.



Es el médico el único que puede indicar a la mamá si está en condiciones de realizar actividad física



Los efectos positivos de la actividad física ayudan a mejorar la calidad de vida. Y si bien es cierto que cuesta decidirse y comenzar, una vez que se inicia el esfuerzo resulta reconfortante: permite dormir mejor de noche y brinda más seguridad.

Otro aporte importante, de las clases de gimnasia, está dado en que las futuras mamás al integrarse con otras en igual condición, reconocen que las molestias y preocupaciones que las afligen son comunes a todas, lo que resulta por demás tranquilizador y les permite bajar la ansiedad.Por último, algo que es muy importante: es el médico el único que puede indicar a la mamá si está en condiciones de realizar actividad física.

2 comentarios:

Martín Etchegaray Larruy dijo...

'Annals of Behavioral Medicine'

Las embarazadas activas se deprimen menos
11% de las embarazadas sufre depresión.

El Mundo, España


COMPLEJOS FÍSICOS

Una embarazada china durante una exhibición deportiva. (Foto: AFP)
LUCÍA SIXTO

MADRID.- La panza crece y crece, las hormonas juegan malas pasadas y, por encima, las náuseas y los mareos. Aunque tener un hijo se considera una de las mayores alegrías de la vida, el embarazo es una etapa que no todas las madres acogen con los arrumacos que le proporcionarán a su bebé al cabo de nueve meses. Un estudio estadounidense apunta a que uno de los trastornos más frecuentes entre las mujeres encintas, la depresión, puede paliarse con un remedio sano y eficaz, el ejercicio moderado durante todas las etapas del embarazo.

Según el estudio publicado en el 'Annals of Behavioral Medicine', el 11% de las embarazadas sufre depresión durante el periodo prenatal, trastorno que puede llegar a incrementarse tras el parto, oscilando entre el 9% y el 16% de los casos. Además, el desarrollo de los síntomas depresivos constituye un factor de riesgo para futuros embarazos, en los que el trastorno puede ser más grave y duradero.

La doctora Danielle Symons Downs, de la Universidad del estado de Pensilvania (EEUU), asegura que sufrir ansiedad, angustia y decaimiento durante el embarazo está íntimamente relacionado con la no conformidad de las mujeres con los cambios físicos experimentados en su cuerpo. Los complejos hacen mella en la autoestima de la madre, tanto antes como después de dar a luz.

El estrés y el decaimiento raras veces pueden ser tratados con agentes farmacológicos y acarrean consecuencias futuras tanto para el niño como para la madre.

Martín Etchegaray Larruy dijo...

Downs afirma que desde hace años se recomienda practicar ejercicio durante el embarazo "para reducir riesgos tales como la diabetes gestacional, la preeclampsia o el aumento de peso indiscriminado, pero sorprendentemente hay escasas evidencias empíricas que demuestren este tópico".

Sin embargo, el equipo investigador sí ha encontrado evidencias que demuestran que el deporte moderado mejora las capacidades y la situación física de las premamás, lo que amortigua el impacto que sufren al mirarse al espejo mes a mes. Unos 120 minutos a la semana de actividades físicas controladas y poco agresivas bastan para que las embarazadas se mantengan en forma y cuiden su línea.

Para la autora, la carencia de actividades físicas durante la gestación se ha convertido casi en una "epidemia, ya que el 70% de las mujeres en estado son inactivas, manteniendo esa tendencia en la etapa postparto".

Cambios en la realización de las actividades

Para llegar a estas conclusiones, el equipo de kinesiología de la Universidad Estatal de Pensilvania (EEUU), estudió el caso de 230 embarazadas, a las que siguieron durante los tres trimestres de la gestación y los primeros meses después de dar a luz. Las 'premamás' fueron clasificadas según sus síntomas depresivos (contabilizados en una escala de 1 a 5), su grado de satisfacción con su físico (obtenido mediante encuestas) y el tiempo de ejercicio que realizaban semanalmente.

Los datos reflejaron que las mujeres con mayores síntomas de depresión coincidían con las tasas de actividad física más bajas. En el primer trimestre los signos de angustia existían en el 38% de las mujeres de la muestra, pero se redujeron con la realización de ejercicios prenatales de grupo en la siguiente etapa, en la que eran un 45% menores.

La autora señala que el periodo previo a la concepción puede ser ideal para incrementar los niveles de actividad física de las mujeres que desean tener hijos, para así poder amortiguar el impacto psicológico y físico que supone el periodo gestacional. "Si las mujeres pueden incrementar sus niveles de ejercicio y mejorar su aspecto físico antes de quedarse embarazadas, podrían mantener una fortaleza mental que les ayudaría a hacerlo más llevadero", comenta la doctora Downs.

El estudio recomienda desarrollar más programas de salud física para las mujeres encintas, que las asesore acerca del nivel de ejercicio recomendado y las capacidades físicas implicadas en cada actividad.