24 marzo, 2009

La actividad física reduce el riesgo de sufrir enfermedades mentales

La actividad física reduce un 25% el riesgo de sufrir enfermedades mentales frecuentes, según un estudio de la Universidad de Navarra

- La investigación, realizada en 10.381 graduados universitarios españoles, revela que las mujeres fumadoras y casadas son quienes realizan menos ejercicio

Las personas que realizan más ejercicio físico en el tiempo libre tienen menor riesgo de sufrir enfermedades psiquiátricas frecuentes, tales como la depresión, ansiedad, estrés o trastorno bipolar. Así lo revela un estudio realizado en 10.381 graduados universitarios españoles por la Universidad de Navarra, la Harvard School of Public Health y las universidades de Las Palmas de Gran Canaria, Zaragoza y la Pública de Navarra.

1755_deporteysaludmental

Maira Bes  Rastrollo, Miguel Ángel Martínez González y José Javier Varo Cenarruzabeitia, Universidad de Navarra

Según Miguel Ángel Martínez González, profesor del Departamento de Medicina Preventiva del campus pamplonés y director del trabajo, “en la investigación, quienes acumulaban el equivalente de al menos 2 horas y media a la semana de actividades en el tiempo de ocio como correr o jugar a fútbol o tenis presentaban un 25% menos de riesgo de desarrollar alguno de esos trastornos”.
El artículo señala, asimismo, que los sujetos con niveles más altos de sedentarismo -más de 42 horas a la semana frente a la televisión y/o el ordenador- incrementan en un 31% la probabilidad de padecer estos problemas, en comparación con los individuos más activos. Asimismo, durante el seguimiento se observó que las mayores tasas de sedentarismo se daban entre las mujeres casadas y fumadoras.

Prevención y alivio de síntomas

“Un estilo de vida más activo y menos sedentario contribuye a aliviar los síntomas de las perturbaciones anímicas”, apunta el profesor de la Facultad de Medicina. “De acuerdo con ensayos clínicos -indica-, una vez que se logra el suficiente nivel de actividad, las tasas de remisión pueden compararse a otros tratamientos contra la depresión como la medicación o la terapia cognitiva del comportamiento”.

En ese sentido, Miguel Ángel Martínez añade que “la cantidad de ejercicio, más que la frecuencia, parece ser un determinante más fuerte del efecto terapéutico en los problemas mentales. Recientemente, se halló una asociación inversa entre inactividad y salud mental: incrementos relativos en la buena forma se vinculaban con una sintomatología depresiva más baja y un mejor bienestar emocional”.

23 marzo, 2009

Claves para elegir el ejercicio más adecuado para cada persona

gif_heart_373 

Las recomendaciones surgen de un encuentro de expertos de varias especialidades.

Por Sebastián A. Ríos (La Nación)
Media hora de actividad física al día, si se quiere, dividida en dos tandas de 15 minutos o tres de 10, pero no menos. Eso fue lo que, en 1995, recomendaron la Asociación Americana del Corazón y el Colegio Americano de Medicina del Deporte, de los Estados Unidos, como actividad física diaria mínima para mantenerse a salvo de los males asociados al sedentarismo.
El año pasado se publicó una actualización de esas recomendaciones, en las que se agregaba que la actividad física debe ser de una intensidad al menos moderada, junto con la propuesta de realizar al menos dos veces a la semana ejercicios que aumenten o mantengan el tono muscular, dijo el doctor Jorge Franchella, director del Curso de Especialista de Medicina del Deporte de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
En un mundo donde enfermedades como la obesidad, la diabetes o la hipertensión alcanzan dimensiones epidémicas, la actividad física debería ser prescripta del mismo modo en que se prescribe el uso de un medicamento. Nadie debería irse de la consulta con el médico de familia sin que éste le pregunte qué actividad física realiza y sin que le dé una recomendación sobre cuál debería realizar, dijo Franchella. El problema es que los médicos no contamos con la preparación para prescribir actividad física.
Es por eso que, días atrás, el curso de posgrado de medicina del deporte que dirige Franchella organizó la Jornada Internacional Actividad Física y Factores de Riesgo, en la que expertos en obesidad, diabetes, hipertensión, colesterol elevado y enfermedad vascular periférica discutieron qué tipo de actividad física recomendar o desaconsejar a cada persona en función de su perfil de salud.
?Es necesario que el médico clínico o de familia sepa cuál es el tipo de actividad física que debe recomendar a cada persona, con qué intensidad, con qué frecuencia y por cuánto tiempo.?
Efectos positivos
Obesidad, diabetes, hipertensión, colesterol elevado y enfermedad vascular periférica son las afecciones sobre las que se discutió en la jornada sobre actividad física. Lo que tienen en común las cinco es que, en quienes las padecen, la actividad física es capaz de revertir en parte sus efectos negativos cuando se la adiciona al tratamiento médico, comentó Franchella.
En la obesidad, por ejemplo, la actividad física es clave para lograr un descenso de peso. Pero el exceso de peso obliga a que cuando el médico le prescribe actividad física a un paciente obeso evite actividades que impliquen grandes esfuerzos o saltos, ya que éstos pueden dañar las articulaciones.
La natación o los ejercicios aeróbicos acuáticos son dos buenos ejemplos de actividades que no sobrecargan las articulaciones.
En el caso de las personas con diabetes, la actividad física mejora el uso del azúcar por parte de las células del organismo, lo que reduce su dañina presencia en el torrente sanguíneo. Los diabéticos deben evitar cualquier actividad que pueda provocar el roce de la piel con las medias o las zapatillas, ya que la diabetes implica una dificultad en la curación de las lesiones en los pies, advirtió Franchella.
Las personas con diabetes deben saber también que si en el momento de iniciar una actividad física los niveles de azúcar en sangre están por debajo de 100 mg/dl no es conveniente realizarla, lo mismo que si esos niveles están por arriba de 400 mg/dl. Entre 200 y 300 mg/dl, la actividad física debe realizarse bajo supervisión médica.
Quienes presentan alteraciones del colesterol (o dislipemias), comentó Franchella, no deben esperar efectos benéficos inmediatos a partir de la práctica deportiva. Las mejorías se observan a los 2 o 3 meses de iniciada la actividad física, en especial en los pacientes con triglicéridos elevados. En ellos es más importante la duración del ejercicio que su intensidad.
En los hipertensos, los efectos positivos de la actividad física ?un descenso de la presión arterial? se pueden observar durante las 10 a 12 horas posteriores a su realización. ?Sin embargo, deben evitar todo esfuerzo como el que implica levantar pesos o cargas, ya que pueden elevar la presión arterial.?
Por último, entre quienes padecen enfermedad vascular periférica, que se caracteriza por una disminución en el flujo sanguíneo de las piernas, la planificación de las caminatas es fundamental. Es importante determinar cuál es la distancia en la cual aparece el dolor en las piernas, para no caminar más del 70% de esa distancia en cada caminata, señaló Franchella.
Así, si una persona comienza a sentir dolor en las piernas después de caminar diez cuadras, no debería caminar más de siete cuadras en cada caminata. La sucesión de esas caminatas, que deberían ser diarias, permitirá prolongar la distancia a la que aparece el dolor.
En busca de la perfección
"Cuando un paciente me pregunta cuál es el ejercicio perfecto, yo le digo: «Usted no es el paciente perfecto, de modo que no necesita el ejercicio perfecto. En todo caso, para usted el ejercicio perfecto es aquel que vaya a hacer»", dijo a LA NACION el doctor Paul Thompson, ex presidente del Colegio Americano de Medicina del Deporte, de los Estados Unidos.
Para Thompson, que visitó la Argentina para participar de la Jornada Internacional Actividad Física y Factores de Riesgo, es mejor preo-cuparse menos por cuál es el ejercicio perfecto, y hacer algo.
Just Do It (sólo hazlo) es el lema que tomó prestado de Nike para resumir su mensaje. Todos los días hay oportunidades para ejercitarse: yo, por ejemplo, dejo el auto estacionado a unas cuantas cuadras del hospital donde trabajo, y camino.
De igual manera, para muchos, el ejercicio perfecto quizá sea sacar a pasear al perro ilustró Thompson. Si tiene un perro, sáquelo usted mismo a pasear, y no contrate a esos paseadores de perros que veo tanto aquí en Buenos Aires.

20 marzo, 2009

¿No te gusta correr? Caminá 100 pasos por minuto durante media hora todos los días…

“Hay que dar 100 pasos por minuto”

¿Quiere hacer ejercicio moderado? Camine 100 pasos por minuto durante media hora todos los días, dicen expertos.

BB268634A9276EF67946EF86F87AE0

Los expertos nos recomiendan que hay que llevar a cabo media hora de ejercicio moderado al dia. Y ahora acaban de descubrir qué es lo que tenemos que hacer para alcanzar ese ejercicio moderado.

Hay que dar 100 pasos por minuto durante media hora al día, afirma una nueva investigación llevada a cabo en Estados Unidos.

Los investigadores de la Universidad Estatal de San Diego  encontraron esa cifra después de medir la demanda de oxigeno del organismo de unas 100 personas trotando en una banda de ejercicio.

"Ahora sabemos lo que es el ejercicio moderado" afirma el profesor Simon Marshall, quien dirigió el estudio.

Y agrega que la gente no debe sólo usar pedómetros para medir sus pasos porque éstos no tienen información sobre la intensidad del ejercicio.

Junto con el pedómetro hay que usar un reloj para medir cuántos pasos se están tomando por minuto, afirma el estudio publicado en American Journal of Preventive Medicine (Revista Estadounidense de Medicina Preventina).

Confusión

Las recomendaciones al público en muchos países, incluidos Estados Unidos y el Reino Unido, instan a la gente a realizar media hora de ejercicio moderado durante cinco días cada semana.

Pero a menudo hay mucha confusión sobre lo que realmente constituye el ejercicio moderado, y la gente no sabe si las labores del hogar,las caminatas o la jardinería pueden también brindar beneficios de salud.

Los científicos de San Diego llevaron a cabo pruebas de ejercicio con 97 adultos sanos, 58 mujeres y 39 hombres, de una edad promedio de 32 años.

Mientras caminaban se les midió el consumo de energía para determinar el nivel de actividad dentro del rango moderado.

Punto de partida

En general, explican los investigadores, los hombres necesitaron caminar a un ritmo de entre 92 y 102 pasos por minuto para alcanzar una sesión moderadamente intensa de ejercicio para su corazón.

El ritmo de las mujeres fue de entre 91 y 115 pasos por minuto.

Tal como señalan los científicos, mucha gente está consciente de que hay que hacer 30 minutos de ejercicio moderado al menos cinco días a la semana.

"Con rutinas de ejercicio que duren unos 10 minutos pueden obtenerse beneficios para la salud" dice el profesor Marshall.

"Y un buen punto de partida es tratar de lograr 1.000 pasos en 10 minutos, antes de aumentar a 3.000 pasos en 30 minutos" agrega el investigador.

Los expertos subrayan que, dada la importancia del ejercicio regular para mantener un buen estado de salud física y mental, una caminata vigorosa es una buena forma de empezar la actividad física.

"El equipo del doctor Mashall ha identificado un método simple y efectivo de asegurarnos de que cada paso cuente" dice el doctor Gary O´Donovan, profesor de medicina del deporte de la Universidad de Exeter.

EC2BFF58E3CA168F70B99B11466C9