22 noviembre, 2009

Importancia del ejercicio en la prevención cardiovascular

El ejercicio mejora el perfil lipídico y el control de la glucemia, reduce o previene la hipertensión arterial, la obesidad y el estrés, mejora la forma física y aumenta la longevidad.

Dr. Boraita Pérez A
Revista Española de Cardiología 61(5):514-528, May 2008

Introducción

La ausencia de actividad física es considerada un problema de salud pública. La disminución del trabajo físico, los cambios de hábito y el  estilo de vida sedentario son factores que resultan perjudiciales para el individuo y potencialmente costosos para la sociedad, ya que se acompañan de incremento en la incidencia de las enfermedades cardiovasculares. El ejercicio promueve un efecto beneficioso en la prevención de la cardiopatía isquémica, la disminución de la mortalidad global y mejora la calidad de vida; además se ha comprobado que previene numerosas afecciones y retrasa los efectos negativos del envejecimiento sobre el aparato cardiovascular. 

Se considera que la actividad física inadecuada es un factor independiente de riesgo de enfermedad coronaria. Aproximadamente el 12% de la mortalidad total en los EE.UU. está relacionada con la falta de actividad física regular, y la inactividad está asociada con un incremento de al menos el doble del riesgo de un evento coronario. Se estima que en las 200 000 muertes que se producen por año, debidas a la cardiopatía isquémica, el cáncer o la diabetes mellitus tipo 2, existe una fuerte relación con el sedentarismo. Por el contrario, la actividad física regular y la buena forma física cardiovascular disminuyen la mortalidad global.

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Ejercicio físico y deporte

La actividad física se define como cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos, que tiene como resultado un gasto de energía. El concepto de ejercicio físico es diferente, ya que es un tipo de actividad física planificada, estructurada y repetitiva que tiene como finalidad el mantenimiento o la mejora de uno o más componentes de la forma física, entendida como la capacidad de desempeñar una actividad física de intensidad ligera-moderada sin fatiga excesiva. El concepto de aptitud física incluye diferentes variables de aptitud cardiovascular, respiratoria, de composición corporal, fortaleza y elasticidad muscular y flexibilidad. El deporte es una actividad física e intelectual que tiene un componente competitivo y de espectáculo e involucra un entrenamiento físico. Se clasifican en aeróbicos, anaeróbicos alácticos, anaeróbicos lácticos y mixtos.

El fenómeno contráctil es un proceso que requiere energía, y el adenosintrifosfato es la única fuente inmediata de energía para la contracción muscular. El músculo esquelético utiliza 3 fuentes de energía para su contracción: el sistema anaeróbico aláctico (involucrado en actividades de duración < 15-30 segundos y elevada intensidad), el anaeróbico láctico o glucólisis anaeróbica (ejercicios de máxima intensidad y una duración de 30-90 segundos) y el sistema aeróbico u oxidativo (fuente energética de forma predominante alrededor de los 2 minutos de ejercicio).

Beneficios del ejercicio

La actividad física de tipo aeróbico, cuando es realizada con asiduidad, produce una serie de adaptaciones de distinta índole que generan beneficios para la salud. El entrenamiento propio de los deportes, el ejercicio dinámico y de resistencia induce adaptaciones morfológicas y funcionales cardiovasculares: disminución de la frecuencia cardíaca, aumento del volumen de las cavidades y del grosor de los espesores parietales, incremento del volumen sistólico y aumento de la densidad capilar miocárdica y de su capacidad de dilatación. En estudios realizados en deportistas de diferentes especialidades se demostró el concepto de un único tipo de hipertrofia, y se halló mayor incremento de la masa ventricular izquierda en los deportes de resistencia que en los de potencia.

En diversos estudios se han descrito adaptaciones en las arterias coronarias en relación con la hipertrofia fisiológica. Se han encontrado adaptaciones estructurales y metabólicas, aumento en la densidad capilar proporcional al engrosamiento de la pared del miocardio, aumento del calibre de los vasos coronarios, especialmente de su capacidad de vasodilatación, y aumento de la permeabilidad capilar. Estas adaptaciones surgen para mantener una adecuada perfusión miocárdica durante la práctica del ejercicio físico, con el objetivo de facilitar el aporte sanguíneo al músculo cardíaco.

En pacientes con enfermedad coronaria, el entrenamiento físico mejora la función endotelial de los vasos coronarios epicárdicos y los vasos de resistencia. Las sesiones cortas, repetitivas, de ejercicio intenso mejoran la vasodilatación dependiente del endotelio en 4 semanas y, por otro lado, el ejercicio aeróbico regular previene la pérdida de la vasodilatación relacionada con la edad y la normaliza en varones de mediana edad o ancianos previamente sedentarios. El ejercicio favorece la producción de citoquinas protectoras contra la aterosclerosis. En pacientes con cardiopatía isquémica, el entrenamiento mejora la autonomía, reflejada en el aumento de la sensibilidad en los barorreceptores y la variabilidad de la frecuencia cardíaca. El ejercicio moderado mejora la función normal de los linfocitos T y B circulantes, monocitos y macrófagos, por lo tanto podría disminuir la incidencia de infecciones y de algunas neoplasias.

En relación con su acción sobre el aparato cardiovascular, diferentes estudios han mostrado una relación inversa entre ejercicio habitual y riesgo de enfermedad coronaria, eventos cardíacos y muerte. El ejercicio produce efectos beneficiosos sobre el perfil lipídico (reduce de las lipoproteínas de baja densidad y los triglicéridos, y aumenta las lipoproteínas de alta densidad), la composición corporal, la capacidad aeróbica y la hemostasia; por estas razones disminuye el riesgo de trombosis. Además, mejora la sensibilidad a la insulina y previene la aparición de diabetes mellitus tipo 2 en pacientes de alto riesgo. En personas ancianas mejora su estado funcional y su autonomía, previene o retrasa el deterioro cognitivo y disminuye la incidencia de enfermedad de Alzheimer.

Riesgos del ejercicio

Existen varios efectos adversos del ejercicio, al margen de las lesiones osteomusculares, dentro de los cardiovasculares se incluyen las arritmias, la muerte súbita o el infarto de miocardio, y otros musculares como la rabdomiólisis. Durante la realización de un ejercicio intenso se produce aumento transitorio del riesgo de muerte súbita, incluso en varones sanos; sin embargo, el riesgo absoluto durante un episodio aislado de ejercicio es muy bajo. Entre los mecanismos postulados se destacan las arritmias, especialmente taquicardia o fibrilación ventricular, y la isquemia coronaria aguda secundaria a rotura de la placa y la trombosis coronaria. El espasmo coronario también ha sido descrito como mecanismo causal de enfermedad de las arterias coronarias. Sin embargo, el ejercicio regular moderado o intenso tiene un efecto atenuante del riesgo de arritmias auriculares y ventriculares durante una sesión de ejercicio intenso, en parte por la mejora del aporte de O2 miocárdico y la reducción del tono simpático. Por otro lado, durante la realización de una actividad física extenuante aumenta temporalmente el riesgo de un infarto agudo de miocardio, especialmente para quienes no realizan ejercicio de manera regular. Finalmente, pese a que el ejercicio intenso se asocia con múltiples efectos perjudiciales (crisis de broncoconstricción, hipertermia o hipotermia, deshidratación, urticaria e incluso anafilaxia), los efectos beneficiosos del ejercicio regular superan estos riesgos.

Pautas y recomendaciones de actividad física

Ejercicio e  hipertensión arterial

En los pacientes hipertensos, el VO2máx alcanzado durante una prueba de esfuerzo tiene significación pronóstica. Las cifras bajas de VO2máx se asocian de forma significativa e independiente con mayor incidencia de eventos cardiovasculares y mortalidad total en pacientes con hipertensión arterial (HTA), por lo que el efecto beneficioso del ejercicio va más allá de la simple disminución de las cifras de presión arterial. Los programas de ejercicio con actividades de alto componente dinámico previenen la aparición de HTA o reducen la presión sanguínea en adultos con presión arterial normal o HTA. Sin embargo, el efecto de la actividad física en la presión arterial es más acentuado en los pacientes hipertensos, y se reduce una media de 6-7 mm Hg en la presión arterial sistólica y la diastólica, frente a 3 mm Hg en los individuos normotensos. Respecto de las características del programa de entrenamiento, parece que todos los tipos de ejercicio, incluidos los ciclos con pesas, disminuyen los valores de presión arterial en pacientes hipertensos. Hasta el momento no parece que haya acuerdo sobre la intensidad de ejercicio más adecuada, aunque los de intensidad moderada producen disminuciones similares o incluso superiores a las producidas por los de gran intensidad. La mayor parte de los autores acuerdan sobre la eficacia de programas que incluyan actividades aeróbicas como caminar, trotar o correr, nadar, montar en bicicleta o bailar a una intensidad moderada, con una duración por sesión de 30-45 minutos y al menos 4-5 días por semana. Los programas de entrenamiento mixtos que incluyen tanto ejercicios de resistencia como de fuerza, además de asegurar el efecto antihipertensivo deseado, favorecen que el entrenamiento resulte más ameno y disminuyen los abandonos.

Ejercicio e hipercolesterolemia

La respuesta de los lípidos al ejercicio aeróbico en varones no entrenados parece ser independiente de los valores previos de colesterol y puede deberse, en parte, al aumento de la actividad de la lipoproteinlipasa. Inmediatamente después de una sesión de ejercicio aeróbico a una intensidad equivalente al 70% de su consumo máximo de oxígeno, se produce una reducción del colesterol total y el asociado a las lipoproteínas de baja densidad (LDL), que vuelven a concentraciones basales a las 24 horas. La reducción de la concentración sérica de triglicéridos y el incremento de las fracciones HDL-C y HDL3-C, al igual que el aumento de actividad de la lipoproteinlipasa, se mantienen elevadas durante más tiempo (al menos 48 horas).

En relación con la edad, para obtener mejoras en la lipemia, los ancianos requieren programas de ejercicio más prolongados que los de los jóvenes.

Con respecto al sexo, los triglicéridos no difieren en su respuesta al ejercicio en ambos sexos, pero el colesterol asociado a lipoproteínas de alta densidad (HDLc) presenta una respuesta más atenuada en mujeres. Es un hecho que los deportistas presentan concentraciones de HDL más altas y de LDL inferiores a las observadas en individuos con un estilo de vida sedentario; sin embargo, la intensidad a la que se debe realizar un programa de ejercicio para obtener beneficios en el perfil lipídico es un parámetro todavía sin establecer. En poblaciones jóvenes, períodos de 6-12 meses son suficientes para lograr incrementos en el HDLc, pero en los adultos de 50 años o más, deben ser más prolongados, de al menos 2 años, para lograr las adaptaciones del metabolismo lipídico, aunque desde el inicio de un programa de ejercicio regular muestren una mejoría del estado físico y pequeñas modificaciones en las cifras de HDLc.

Ejercicio y obesidad

El beneficio cardiovascular que se obtiene al incrementar la actividad física es superior al del control de la dieta para reducir peso. El entrenamiento físico asociado a dieta hipocalórica reduce el peso corporal, preferentemente el porcentaje de peso graso, al incrementar el gasto energético y los índices metabólicos en reposo. La reducción del peso se asocia con mejoría en la resistencia a la insulina, los marcadores inflamatorios como la proteína C reactiva, la presión arterial diastólica y sistólica y el perfil lipídico. Además, la actividad física también puede contrarrestar el aumento de masa grasa que se produce con la edad. Sin embargo, hay que tener en cuenta que, para que se pierda una cantidad significativa de grasa, se requiere un programa de entrenamiento de al menos 20 minutos por día, 3 días a la semana, con intensidad y duración suficientes para quemar 300 kcal por sesión. Las actividades aeróbicas (caminar, correr, montar en bicicleta) son las más aconsejadas y todas reducen por igual la grasa corporal, mientras que las actividades anaeróbicas aumentan la masa muscular pero tienen menos efecto sobre la cantidad de grasa.

Ejercicio y diabetes mellitus tipo 2

Los efectos del ejercicio aeróbico en el control de la glucemia son dispares y parece que sólo ciertos subgrupos se benefician, como los pacientes con diabetes mellitus tipo 2 tratados con dieta y con buen control de la glucemia. El beneficio consiste en una pérdida de casi el 50% de la grasa abdominal y un incremento del 23% en la masa muscular, con un descenso significativo de los valores de hemoglobina glicosilada y un aumento de la sensibilidad a la insulina. Para que un programa de entrenamiento en pacientes diabéticos tipo 2 resulte eficaz, debe incluir ejercicio de moderada intensidad dinámica y alto grado de entrenamiento de fuerza, de tal manera que se obtenga una mejoría en la capacidad cardiorrespiratoria, la fuerza muscular y los diferentes parámetros fisiológicos y bioquímicos.

Conclusiones

El  balance entre riesgos y beneficios de la práctica de actividad física se inclina de manera clara hacia los beneficios, sobre todo cuando la práctica es regular, aunque aparentemente existiría un umbral de gasto energético semanal mínimo para disminuir el riesgo cardiovascular.

Las actividades físicas de moderada a alta intensidad, con un consumo mayor o igual a 1 000 kcal por semana, son las que muestran mayor beneficio. Por el contrario, el sedentarismo en relación con la cardiopatía isquémica presenta un riesgo superior al de la dislipidemia y la hipertensión, y únicamente es superado por el tabaquismo. En consecuencia, el ejercicio debe ser considerado como la piedra angular en la que deben basarse las modificaciones del estilo de vida para la prevención de la enfermedad cardiovascular.

20 noviembre, 2009

¿Qué será del Homo sapiens?

Por Francisco Buenestado Revista e-ciencia.com

Hace unos 190.000 años culminó el proceso de hominización con la aparición en África de nuestra especie en un vía evolutiva iniciada 7 millones de años atrás. Aunque Homo sapiens, con sus extraordinarias características, introdujo grandes modificaciones en los parámetros que determinan su propio proceso evolutivo, no lo han cancelado, y seguimos inmersos, de una forma o de otra, en el curso de una evolución cuyos resultados no podemos prever.

La evolución biológica es un proceso cuyos efectos son imposibles de observar porque el cambio en que consiste ocurre en unas escalas temporales enormes en comparación con las de nuestra vida, pero que se produce constantemente, soterrado, en cada individuo de cualquier especie. O al menos, es permanente la variación genética que constituye el fenómeno básico de la evolución. Es una variación estrictamente aleatoria no orientada por ninguna voluntad o conciencia adaptativa. Estas variaciones introducen pequeñas diferencias entre los individuos que, eventualmente, pueden suponer una mejora de la capacidad de vivir en determinadas circunstancias ambientales nuevas o abrir la posibilidad de explotar nuevas vías de subsistencia para colonizar nuevos entornos, con lo que esos individuos adquieren ventaja para prosperar y transmitir sus diferencias a su linaje. Se dice entonces que esas variaciones y los individuos que las aportan han sido “seleccionados”, aunque el término es algo equívoco puesto que seleccionar implica la existencia de una voluntad que elige entre varias opciones y que no concurre en ningún caso; lo que ocurre es una adecuación de circunstancias físicas y/o fisiológicas en los individuos de la especie que se trate, y ambientales, que se acoplan favorablemente.

Pues bien, el Homo sapiens está sujeto a este proceso de modificación permanente aunque, eso sí, parece que ya no lo estamos al imperio de la selección natural, que elimina tajantemente las variaciones no viables. Ya no tenemos depredadores, y el desarrollo tecnológico, concretamente en el área médico-sanitaria, hace posible que individuos que no podrían sobrevivir en situaciones estrictamente naturales prosperen y se reproduzcan. Es más, según un estudio de Henry C. Harpending y John Hawks, la evolución humana ha sido cien veces más rápida en los últimos 10.000 años que en toda la historia de los homínidos desde que surgieron hace al menos 7 millones de años. Hace 10.000 años, nuestra especie, surgida en África en la zona de la actual Etiopía 190.000 años antes, había colonizado ya todos los continentes salvo la Antártida en sucesivas oleadas migratorias, y se empezó a producir una divergencia de tipos en virtud de las particulares condiciones locales donde habitaba cada población y por las nuevas condiciones derivadas del desarrollo de la agricultura y la ganadería, (nuevos hábitos alimenticios, aparición de nuevas enfermedades etc). Así surgieron las distintas “razas” humanas, -un concepto impreciso desde el punto de vista taxonómico-, que presentan ligeras diferencias físicas y/o fisiológicas. No ha habido tiempo, sin embargo, para que estas divergencias originaran especies diferentes y por fin, el proceso empezó a invertirse a lo largo del pasado siglo fundamentalmente, cuando el desarrollo de los transportes y la paulatina eliminación de barreras culturales empezó a favorecer el intercambio genético que está llevando a una homogeneización de nuestra especie.

Hay quién piensa, con Steve Jones, del Colegio Universitario de Londres, que la evolución humana, al igual que esa incipiente especiación humana que no ha llegado a fructificar más allá de las mencionadas razas, ha tocado a su fin, y que nuestra especie permanecerá tal cual es ahora indefinidamente, al menos en occidente, donde cualquier persona puede transmitir sus genes independientemente de que esté mejor o peor adaptada a su entorno, y la mezcla reproductiva de individuos de características diversas es más intensa. En un ambiente cada vez más controlado, las modificaciones genéticas se diluirían en la homogeneidad sin encontrar ocasiones de ser seleccionadas. En estas circunstancias, las diferencias en la capacidad de supervivencia, además de no ser terminantes, estribarían en la transmisión cultural más que en la genética, y la evolución adquiriría un carácter “memético” (es decir, por modificación y transmisión de “memes”, término introducido por Richard Dawkins para denominar a la unidad de evolución cultural equivalente a los genes en la evolución genética).

Otra posible vía de futura evolución humana planteada por algunos científicos como Ginés Morata, biólogo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica, sería la que podríamos trazar nosotros mismos gracias a nuestro desarrollo tecnológico, que nos permite ya en la actualidad introducir modificaciones directamente en los genes y moldear características a voluntad, e incluso intercambiarlos entre especies diferentes. En un futuro que ya se puede ver en el horizonte científico, el mejor conocimiento del genoma humano y su funcionamiento posibilitaría la manipulación genética de la línea celular germinal (el conjunto de células que se combinan para originar un nuevo individuo a partir de sus progenitores es decir, óvulos y espermatozoides) orientada al diseño de individuos con excepcionales facultades intelectuales y físicas que podrían constituir el germen de una nueva especie. En cualquier caso, que se atisbe ese horizonte no significa que se pueda llegar hasta él. El genoma es de una complejidad tal que puede resultar indescifrable o imposible de manipular; no es una mera retahíla aditiva de caracteres, cifrados en genes, y las instrucciones para activar los procesos que los concretan. Estos genes están sujetos a intrincadas interrelaciones de forma que cada gen desempeña diversas funciones, todas las cuales se verían alteradas con su manipulación, por lo que bien pudiera ser que a la postre, las variaciones que se podrían introducir no fueran demasiadas. Steven Pinker, profesor del Departamento de Ciencias Cerebrales y Cognitivas del Instituto Tecnológico de Massachusetts, incluso cree innecesaria la regulación legal anticipada de las posibles manipulaciones futuras en la línea germinal, porque está convencido de que es imposible alterar el genoma de estas células reproductivas para conseguir determinadas características deseables en los individuos. Pinker aduce que posiblemente no haya un solo gen de función unívoca, y la modificación de cualquiera de ellos, además de los efectos buscados, tendrá otros muchos insospechados e indeseables. Por poner un ejemplo, explica como la modificación necesaria para aumentar el coeficiente intelectual acarrearía a la vez un aumento en el riesgo de sufrir parálisis. Esto acabará por hacer desistir a los científicos de manipular el genoma de la línea germinal, y al resto de la sociedad de demandar el desarrollo de las técnicas necesarias para hacerlo en opinión de Pinker.

No faltan quienes auguran para el Homo sapiens un futuro biológico estrechamente ligado al de la técnica en términos parecidos a los planteados por algunos escritores de ciencia ficción. Nick Bostrom, de la Universidad de Oxford, propone dos posibles vías por las que podría discurrir esta nueva simbiosis que ya es patente como ha expuesto claramente George Dyson: el paulatino avance en tecnología para mejorar el manejo de las redes de ordenadores supone un recíproco manejo de los humanos por redes informáticas. Bostrom plantea, por un lado, una evidente tendencia hacia “niveles superiores de complejidad, conocimiento, consciencia y organización dirigida” que encauzará la evolución en lo sucesivo, sea esta de carácter genético, memético o técnico. Por otro, apunta igualmente la posibilidad de que la inteligencia artificial avanzada tomase la iniciativa y modulase ciertos componentes de la cognición humana ensamblándolos en estructuras más productivas pero ya no genuinamente humanas que dejarían obsoleto nuestro cerebro.

Todo esto, en fin, no dejan de ser especulaciones, ejercicios de adivinación muy simples para abarcar la inabarcable complejidad de la vida. Además, todos están referidos, como ya se ha mencionado, a la sección desarrollada de la humanidad, el primer mundo, occidente… La humanidad es muy extensa tanto en número de individuos (7.000 millones inminentemente) como en implantación sobre la superficie de la tierra, y una gran parte de sus miembros vive todavía en condiciones plenamente naturales y bajo el escrutinio implacable de la selección natural por tanto. Debemos recordar, además, que la evolución es un fenómeno local; opera en las poblaciones en función de las condiciones particulares en las que se encuentren, por lo que los mismos humanos, siempre que estén fuera del entorno tecnológico homogéneo y controlado que los sustrae del influjo de la selección natural, tenderán a divergir hacia formas diferentes en, pongamos por caso, la selva amazónica (si queda algo de ella y sus moradores próximamente) y la sabana africana. Hay que hacer notar igualmente, que en las previsiones reflejadas se mira siempre hacia una nueva especie que, en todo caso, supone un “paso adelante”, un nuevo hombre que sería más inteligente, saludable y longevo, cuando la evolución, como es bien sabido, no es progresiva por su propia esencia aleatoria. Pudiera ocurrir, en alguno de estos entornos locales de la periferia del mundo tecnológico, que surgiera un “Homo” menos inteligente, peludo y contrahecho, regresivo con respecto a nosotros pero convenientemente acoplado a su entorno local.

Lo que sí podemos vaticinar con certeza casi absoluta en que nuestra especie, como ha ocurrido indefectiblemente con el 99% de todas las especies de todos los reinos que han existido sobre la tierra desde que comenzó la vida, desaparecerá, generando otra u otras especies cuyos individuos, al cabo de muchos cientos de miles de años, quizá contemplarán con curiosidad nuestras desatinadas cavilaciones.

11 noviembre, 2009

La alimentación, motor y guía del proceso de hominización

 

Por Juan Francisco Buenestado

La verticalización del tronco y la cabeza sobre las patas posteriores y un gran tamaño cerebral relativo son las principales características que definen a nuestra especie haciéndola única entre el reino animal.

El bipedismo surgió hace al menos 4,5 millones de años, y el progresivo aumento del cerebro se inició decididamente en la línea del género Homo hace 2,4 millones de años hasta llegar a Homo sapiens y su descomunal cerebro. Aparte de otros factores que han condicionado esta vía evolutiva, la alimentación pudo haber sido su punto de partida y su hilo conductor.

Los rasgos más característicos que marcaron la divergencia de una rama de los antiguos homínidos y la orientaron hacia el proceso de hominización que finalmente desembocó en nuestra especie son de sobra conocidos: la adopción del bipedismo y el aumento del tamaño cerebral. Las explicaciones sobre los motivos y circunstancias que hicieron que estas modificaciones resultaran ventajosas y prosperaran con éxito han sido muchas y variadas. La postura erguida que nos caracteriza apareció, de acuerdo con el registro fósil recopilado hasta la fecha, en el extinto género Australopithecus, concretamente en la especie Australopithecus afarensis, cuyo representante más conocido es la célebre Lucy, que vivió en África hace unos cuatro millones de años. Los científicos han justificado la selección de este rasgo planteando diferentes hipótesis. C. Owen Lovejoy, de la Universidad Estatal de Kent, considera que la liberación de los miembros anteriores ofreció la posibilidad de sostener a las crías y de recolectar y transportar alimentos, mejorando así las posibilidades de subsistencia de los grupos y su descendencia; Kevin D. Hunt, de la Universidad de Indiana, plantea que la razón determinante de su prevalencia fue la mejora en la capacidad de alcanzar alimentos a los que no se podía acceder desde una postura cuadrúpeda. Peter Wheeler, de la Universidad John Moores de Liverpool, por citar aún otro ejemplo entre los muchos posibles, sugiere que la permanencia vertical sobre las dos patas traseras supone una mejora sustancial en la regulación de la temperatura, al reducirse la superficie corporal que queda expuesta a la intensa radicación solar en el entorno donde vivieron los Australopithecus, la actual Etiopía. Una vez adoptado el bipedismo, se hizo posible el aumento del tamaño del cerebro como ha propuesto Dean Falk de la Universidad de Florida, quien sostiene que la nueva situación del cráneo en la vertical del cuerpo propició la aparición de un sistema vascular más eficiente en la refrigeración del cerebro. Sin esta mejora su crecimiento no hubiera sido posible, dado que es un órgano extremadamente sensible a la temperatura, y el calor que produce aumenta con su volumen por encima de las posibilidades de evacuarlo eficientemente, que aumenta en proporción a una superficie de intercambio.

Pero en el origen de estos dos hitos que marcan el camino evolutivo de nuestra estirpe se encuentra un asunto más prosaico, más inmediato y perentorio pero suficientemente poderoso como para haber impulsado el avance hasta hacia nuestra especie: la comida. Para William R. Leonard, antropólogo de la Universidad Northwestern, la imposición de la bipedia, si bien debió estar condicionada por las ventajas que supuso en aspectos diversos, se apoyó primordialmente en el hecho de que es un sistema de locomoción considerablemente más económico en términos energéticos que el desplazamiento a cuatro patas, y permitió en su momento a los primeros homínidos subsistir en un entorno cambiante que modelaba zonas de bosque abierto y pradera con los recursos cada vez más dispersos, en las que la búsqueda de alimentos requiere desplazamientos diarios muy superiores a los necesarios en bosques densos. En esas condiciones, en las que siguen viviendo actualmente algunas poblaciones humanas de cazadores recolectores, es muy conveniente disponer de un tipo de locomoción poco costoso por una mera cuestión de balance energético entre las calorías empleadas en conseguir la comida y las obtenidas al ingerirla.

Luego está el asunto del incremento del tamaño cerebral, iniciado, como ya se ha apuntado con la aparición del género Homo. Homo habilis tenía ya un volumen cerebral de 600 cc, que creció hasta los 900 cc de Homo erectus en sólo 300.000 años. El cerebro consume una desproporcionada cantidad de energía, 16 veces más que el tejido muscular por unidad de masa, y en Homo sapiens, por ejemplo, su mantenimiento basal requiere del 20 al 25% de la energía que ingerimos, frente al 8 o 10% que emplean otros primates no humanos o el 3 o 5% de otros mamíferos. Homo erectus, según cálculos del profesor Leonard, empleaba el 17 % de la energía de su ingesta en mantener su cerebro, por lo que piensa que su desarrollo debió de apoyarse en una previa diversificación de su dieta con alimentos más nutritivos que frutas y hojas, es decir, con la incorporación de alimentos de origen animal, que pudo estar propiciada igualmente por las exigencias de un entorno cada vez más árido y con recursos vegetales cada vez más escasos y dispersos, poblado además por mamíferos herbívoros, que fueron incorporados a la dieta de Homo, iniciándose el régimen de caza-recolecta que desde entonces ha caracterizado al género. Una vez iniciado el camino del aumento cerebral, éste no paró hasta llegar a su máxima expresión en nuestra especie.

Pero, ateniéndonos al mismo criterio de balance energético, ¿Cómo se relaciona la alimentación con el desarrollo de un órgano tan dispendioso en calorías? En principio, parece que un entorno con recursos escasos no debía ser propicio para que prosperara una estructura en la que había que invertir una buena parte de los alimentos tan caros de conseguir. Pues bien, Katharine Milton, antropóloga de la Universidad de California en Berkeley, ha documentado como en otros primates, las especies cuya dieta se basa más en fruta madura (alimento de alta calidad) que en hojas, poco nutritivas, suelen tener un cerebro considerablemente mayor que las que se alimentan de estas últimas principalmente. Es el caso de los monos araña y los monos aulladores. Los primeros, con una dieta centrada en fruta madura complementada con hojas, tienen un cerebro casi el doble de grande, para un tamaño corporal similar, que el de los monos aulladores, que se alimentan principalmente de hojas verdes. Milton plantea que la mayor capacidad cerebral de los monos araña tiene una relación directa con su dieta, porque les otorga capacidades mentales imprescindibles para hacer efectivo su régimen alimentario. Un cerebro grande les permite aprender y retener en la mejor memoria cuáles son los frutos más nutritivos, dónde crecen y cuando entran en sazón, además de desplegar una serie de estrategias de búsqueda en grupo que optimiza la recolecta, así como desarrollar las técnicas comunicativas que se requieren entre los miembros del grupo para coordinar su actividad y articular las relaciones sociales en las que se basa la distribución de los recursos. La coincidencia de un cerebro mayor para similar tamaño corporal en especies que consumen alimentos de más calidad y dispersos frente a las que comen hojas y tallos menos nutritivos y abundantes parece constante en los primates, y también se puede rastrear por el registro fósil en la familia de los Homínidos. Australopithecus todavía tenía un cerebro de peso similar al de un chimpancé, y por las características de su dentición se sabe que se alimentaba de vegetales fibrosos fundamentalmente, mientras que Homo habilis, de tamaño corporal parecido, ya tenía un cerebro bastante mayor, y unos molares que atestiguan un cambio en su alimentación hacia el consumo de recursos de mayor calidad, incluida la incorporación de carne en la dieta del género, que significó un paso destacado en la hominización. El cerebro de los Hominidos siguió creciendo a lo largo de su línea evolutiva porque en él se generan las capacidades mentales que permitieron a los sucesivos representantes del género aprovechar mejor los recursos, que van desde las mencionadas facultades memorísticas hasta la construcción y utilización de herramientas, diseño de técnicas de caza, una estructuración social crecientemente compleja y el refinamiento de las capacidades comunicativas necesario para posibilitar todo lo anterior.

Desde todos estos planteamientos, el linaje humano, con su casi acrobática postura erguida rematada por un enorme cráneo, surgió primariamente de la presión medioambiental para conseguir un abastecimiento constante y fiable de alimentos de gran valor nutritivo, y todo lo demás (que es mucho y muy importante) sobrevino secundariamente. Nuestros rasgos morfológicos y fisiológicos se han ido definiendo, por lo tanto, en torno a un determinado régimen alimentario cuyo abandono paulatino en las sociedades desarrolladas se asocia a la incidencia de numerosas enfermedades metabólicas (obesidad, ciertos tipos de diabetes…) que se verían reducidas considerablemente si retomáramos una dieta más acorde a la que modelo nuestro organismo a lo largo de la evolución. Pero esta es otra historia.

03 noviembre, 2009

El Mate

El mate no es una bebida. Bueno, sí. Es un líquido y entra por la boca. Pero no es una bebida. En este país nadie toma mate porque tenga sed. Es más bien una costumbre, como rascarse. El mate es exactamente lo contrario que la televisión: te hace conversar si estás con alguien, y te hace pensar cuando estás solo. Cuando llega alguien a tu casa la primera frase es 'hola' y la segunda '¿unos mates?'. Esto pasa en todas las casas. En la de los ricos y en la de los pobres. Pasa entre mujeres charlatanas y chismosas, y pasa entre hombres serios o inmaduros. Pasa entre los viejos de un geriátrico y entre los adolescentes mientras estudian o se drogan. Es lo único que comparten los padres y los hijos sin discutir ni echarse en cara.Peronistas y radicales ceban mate sin preguntar. En verano y en invierno. Es lo único en lo que nos parecemos las víctimas y los verdugos; los buenos y los malos.Cuando tenés un hijo, le empezás a dar mate cuando te pide. Se lo das tibiecito, con mucha azúcar, y se sienten grandes. Sentís un orgullo enorme cuando un esquenuncito de tu sangre empieza a chupar mate. Se te sale el corazón del cuerpo.Después ellos, con los años, elegirán si tomarlo amargo, dulce, muy caliente, tereré, con cáscara de naranja, con yuyos, con un chorrito de limón. Cuando conocés a alguien por primera vez, te tomás unos mates. La gente pregunta, cuando no hay confianza: '¿Dulce o amargo?'. El otro responde: 'Como tomes vos'. Los teclados de Argentina tienen las letras llenas de yerba. La yerba es lo único que hay siempre, en todas las casas. Siempre. Con inflación, con hambre, con militares, con democracia, con cualquiera de nuestras pestes y maldiciones eternas. Y si un día no hay yerba, un vecino tiene y te da. La yerba no se le niega a nadie. Éste es el único país del mundo en donde la decisión de dejar de ser un chico y empezar a ser un hombre ocurre un día en particular, Nada de pantalones largos, circuncisión, universidad o vivir lejos de los padres.Acá empezamos a ser grandes el día que tenemos la necesidad de tomar por primera vez unos mates, solos. No es casualidad. No es porque sí. El día que un chico pone la pava al fuego y toma su primer mate sin que haya nadie en casa, en  ese minuto, es que ha descubierto que tiene alma. O está muerto de miedo, o está muerto de amor, o algo: pero no es un día cualquiera. Ninguno de nosotros nos acordamos del día en que tomamos por primera vez un mate solo. Pero debe haber sido un día importante para cada uno. Por adentro hay revoluciones. El sencillo mate es nada más y nada menos que una demostración de valores... Es la solidaridad de bancar esos mates lavados porque la charla es buena. La charla, no el mate... Es el respeto por los tiempos para hablar y escuchar, vos hablás mientras el otro toma y es la sinceridad para decir: ¡Basta, cambiá la yerba!'. Es el compañerismo hecho momento. Es la sensibilidad al agua hirviendo. Es el cariño para preguntar, estúpidamente, '¿está caliente, no?'. Es la modestia de quien ceba el mejor mate.Es la generosidad de dar hasta el final. Es la hospitalidad de la invitación. Es la justicia de uno por uno. Es la obligación de decir 'gracias', al menos una vez al día. Es la actitud ética, franca y leal de encontrarse sin mayores pretensiones que compartir. Lalo Mir

El Mate

El mate no es una bebida. Bueno, sí. Es un líquido y entra por la boca. Pero no es una bebida. En este país nadie toma mate porque tenga sed. Es más bien una costumbre, como rascarse. El mate es exactamente lo contrario que la televisión: te hace conversar si estás con alguien, y te hace pensar cuando estás solo. Cuando llega alguien a tu casa la primera frase es 'hola' y la segunda '¿unos mates?'. Esto pasa en todas las casas. En la de los ricos y en la de los pobres. Pasa entre mujeres charlatanas y chismosas, y pasa entre hombres serios o inmaduros. Pasa entre los viejos de un geriátrico y entre los adolescentes mientras estudian o se drogan. Es lo único que comparten los padres y los hijos sin discutir ni echarse en cara.Peronistas y radicales ceban mate sin preguntar. En verano y en invierno. Es lo único en lo que nos parecemos las víctimas y los verdugos; los buenos y los malos.Cuando tenés un hijo, le empezás a dar mate cuando te pide. Se lo das tibiecito, con mucha azúcar, y se sienten grandes. Sentís un orgullo enorme cuando un esquenuncito de tu sangre empieza a chupar mate. Se te sale el corazón del cuerpo.Después ellos, con los años, elegirán si tomarlo amargo, dulce, muy caliente, tereré, con cáscara de naranja, con yuyos, con un chorrito de limón. Cuando conocés a alguien por primera vez, te tomás unos mates. La gente pregunta, cuando no hay confianza: '¿Dulce o amargo?'. El otro responde: 'Como tomes vos'. Los teclados de Argentina tienen las letras llenas de yerba. La yerba es lo único que hay siempre, en todas las casas. Siempre. Con inflación, con hambre, con militares, con democracia, con cualquiera de nuestras pestes y maldiciones eternas. Y si un día no hay yerba, un vecino tiene y te da. La yerba no se le niega a nadie. Éste es el único país del mundo en donde la decisión de dejar de ser un chico y empezar a ser un hombre ocurre un día en particular, Nada de pantalones largos, circuncisión, universidad o vivir lejos de los padres.Acá empezamos a ser grandes el día que tenemos la necesidad de tomar por primera vez unos mates, solos. No es casualidad. No es porque sí. El día que un chico pone la pava al fuego y toma su primer mate sin que haya nadie en casa, en  ese minuto, es que ha descubierto que tiene alma. O está muerto de miedo, o está muerto de amor, o algo: pero no es un día cualquiera. Ninguno de nosotros nos acordamos del día en que tomamos por primera vez un mate solo. Pero debe haber sido un día importante para cada uno. Por adentro hay revoluciones. El sencillo mate es nada más y nada menos que una demostración de valores... Es la solidaridad de bancar esos mates lavados porque la charla es buena. La charla, no el mate... Es el respeto por los tiempos para hablar y escuchar, vos hablás mientras el otro toma y es la sinceridad para decir: ¡Basta, cambiá la yerba!'. Es el compañerismo hecho momento. Es la sensibilidad al agua hirviendo. Es el cariño para preguntar, estúpidamente, '¿está caliente, no?'. Es la modestia de quien ceba el mejor mate.Es la generosidad de dar hasta el final. Es la hospitalidad de la invitación. Es la justicia de uno por uno. Es la obligación de decir 'gracias', al menos una vez al día. Es la actitud ética, franca y leal de encontrarse sin mayores pretensiones que compartir. Lalo Mir

28 octubre, 2009

V º Encuentro Académico de Docencia e Investigación “ La Educación Física y el Deporte en los Nuevos Tiempos y Contextos”

Cronograma de Actividades

Martes 3 de Noviembre

Patio de las Américas

9:00 hs. Apertura a cargo del Coordinador de la Carrera de Licenciatura y

Profesorado de Educación Física. Lic. Guillermo Pérez Ugidos.

9:10 hs. Hábitos, Actividad Física y Salud

Coordinador: Lic. Fernando Laiño

“Retrato de Estudiantes: Evolución de los Hábitos en los Jóvenes”

Dr. Claudio Santa María

“Mirada Epidemiológica sobre la Actividad Física”:

Dr. Nelio Bazán

“Evolución de la Investigación en Actividad Física”

Lic. Martín Farinola

10:30 hs. Break

10: 40 hs. Aptitud Física: Diagnóstico e Intervenciones ( Conferencia y Taller)

Lic. Emilio Masabeu

Prof. Hernán Brisco

Prof. Mariano Guiraldes

12:20 hs. Grupo Gimnasia UNLaM

Prof. Claudia Barros

12:30 hs. Almuerzo

14: 30 hs. La Clase de Educación Física con Adultos Mayores

Lic. Débora Paola Di Domizio

15:00 hs. La Actividad Física en el Siglo XXI : “Running Teams, Mountain Bike,

Kayak”

Prof. Enrique Bollana

Prof. Sergio Larrosa

Inst. Sergio Jaquemim

15:45 hs. Break

16:00 hs. Danza Integradora, “Todos podemos bailar, como una alternativa de inclusión para la transformación social”

Prof. Susana González

16:30 hs “Aplicación de las estrategias de resolución de problemas, en la enseñanza del análisis del movimiento”

Dr. Roberto Glina

Dr. Rubén Torrisi

Prof. Mingoia Alejandro

17:00 hs. Comité Olímpico Argentino, “Prospectivas de Gestión 2009-2013: hacia la renovación”

Dr. Hugo Rodríguez Papini, Vicepresidente 2º COA

Dr. José Luis Marco, Prosecretario COA

18:00hs.. Cierre. Decano del Dpto. de Humanidades y Cs. Sociales

Dr. Fernando Lujan Acosta

15 octubre, 2009

Ejercicios de Relajación Anti-Stress en 10 minutos!

Las diferentes circunstancias de la vida diaria –laborales, personales, sociales- repercuten definitivamente en nuestra relación con el propio cuerpo. Sin darnos cuenta “cargamos” de tensión permanente la musculatura y articulaciones que son más sensibles a los estados de “alerta” que provoca el stress.

Esta es una simple guía de ejercicios de relajación segmentados por articulaciones para realizar con cualquier tipo de vestimenta y en cualquier lugar que nos encontremos.

En una jornada laboral de 8/9 hs, es recomendable hacerlos antes de ir a almorzar

  • Ejercicio 1

EJ1

Rotar el tronco llevando los brazos al mismo tiempo -sin demasiada tensión- hacia cada lado. No frenar el giro, sino dejar que la propia torsión lo haga.

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  • Ejercicio 2

EJ2

Palmas al cielo con extensión de brazos. Realizarlos lentamente asegurando de alcanzar la mayor distancia posible. Como en el ejercicio #1, se recomienda no ejercer una tensión excesiva.

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  • Ejercicio 3

EJ3

Con mucho cuidado, mover el cuello en todas direcciones evitando la hiperextensión excesiva. Si la ropa ajusta demasiado al realizar los ejercicios, aflojar un punto el cinturón, un botón de la camisa y sacarse los zapatos.

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  • Ejercicio 4

EJ4

Rotación de hombros adelante-arriba-atrás-abajo. Sin tensión excesiva. Dejar que el tronco tome la postura que este movimiento le indica. No forzar posturas rígidas.

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  • Ejercicio 5

EJ5

Colocar el peso del cuerpo en un solo apoyo (un solo pié), y “sacudir” suavemente la otra pierna realizando flexo-extensiones y rotaciones en ambos sentidos.

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  • Ejercicio 6

EJ6Comenzando con una posición de brazos relajados y con los dedos de ambas manos en contacto, elevar los brazos por los costados del tronco mientras inhala profundamente, haciendo que los dedos de ambas manos tomen contacto nuevamente sobre la cabeza.

Una vez en esa posición, comenzar el camino inverso exhalando suavemente por la boca hasta la posición inicial.

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  • Ejercicio 7

EJ7Con los dedos de ambas manos entrecruzados a la altura del ombligo, y ejerciendo una muy suave presión sobre el abdomen relajado, inhalar suavemente por nariz sin elevar las costillas (respiración abdominal). Durante el ejercicio es recomendable cerrar los ojos y pensar en el recorrido del aire cuando ingresa y cuando sale para lograr una mayor conexión interna.

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  • Ejercicio 8

EJ8

Relajación de columna vertebral lumbar y dorsal. Realizar de pié y sentado como se observa en la figura. Combinar con la misma técnica de inhalación y exhalación del ejercicio 7.

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  • Final

Una vez realizados los ejercicios, es muy reconfortante poder cerrar los ojos, colocar las manos con los dedos entrecruzados sobre el ombligo y, respirando suavemente hacer un recorrido mental de todo el cuerpo y las sensaciones percibidas comenzando por la cabeza-cuello y finalizando por los pies.

13 octubre, 2009

Comer y beber en expediciones de montaña

Son apropiados los alimentos de escaso volumen, concentrados en energía y que precisan menos oxígeno en la digestión

La alimentación es una condición esencial para lograr cualquier reto deportivo. Pero la dieta tiene todavía más trascendencia en el rendimiento si la duración de la actividad física se alarga en el tiempo, si es intensa y precisa una gran resistencia física o si hacen falta muchas horas al día durante varias jornadas, e incluso semanas, para conseguir el objetivo.

Por Maite Zudaire www.consumer.es

- Imagen: Fred Hsu -

Los alpinistas que participan en expediciones de alta montaña deben cuidar la dieta antes, durante y después de cada jornada. El aporte energético que precisan para compensar el elevado desgaste físico que supone cada ascenso es extraordinario. Pero las ganas de comer y de beber se ven limitadas por el cansancio de muchos días de esfuerzo, por las condiciones de frío extremo y por la hipoxia o falta de oxígeno que se produce en altitudes que superan los 4.500 metros.

Los alimentos escogidos para estas marchas deben reunir una serie de características: ser de pequeño volumen, concentrados en energía, fáciles de digerir y que precisen un menor consumo de oxígeno y gasto energético en la digestión.

Importante gasto energético

Por encima de los 3.500 metros de altura, un alpinista que realiza un esfuerzo intenso en la ascensión tiene un gasto de energía que supera con facilidad las 5.000 Kilocalorías (incluso llega a necesitar unas 8.000 Kcal./día), hasta tres veces más que la cantidad diaria requerida (1.800-2.000 Kcal.) por una persona sedentaria de la misma edad, peso y altura.

La energía de los alimentos debe permitir al montañero la marcha al ritmo estimado, sin olvidar la fuerza que necesita para transportar la mochila y contrarrestar el frío del ambiente. La proporción de la energía obtenida de los alimentos será semejante a cualquier deporte de resistencia: entre un 60% y un 70% en forma de hidratos de carbono, del 10% al 12% en proteínas y un 30% en grasas.

El cansancio que se acumula tras días de intenso esfuerzo, unido al frío extremo y a la hipoxia favorecen la pérdida de apetito. La clave para no dejar de comer ni de beber durante el ascenso está en la selección adecuada de los alimentos y las bebidas.

Aclimatación a la comida en altura

Durante las expediciones de alta montaña se distinguen dos tipos de dietas. Las comidas que se consumen en el campo base y las que se toman durante la marcha. En el primer caso, los alpinistas tienen más tiempo para comer y disfrutan, en general, de un ambiente más tranquilo, aunque esto depende de diversos factores, como el tipo de montaña y las condiciones meteorológicas.

Es primordial una alimentación e hidratación suficientes para permitir un esfuerzo prolongado y evitar los casos de hipotermia e hipoglucemia

El montañero permanece en el campo base durante unos días y vuelve a él después de los ascensos a los picos cercanos para aclimatarse a la altitud. Las comidas en este momento deben ser reparadoras, con una carga importante en hidratos de carbono, que proporcionará energía de reserva, además de proteínas, nutrientes que servirán (junto con los anteriores) para la recuperación muscular. El aporte de grasas es fundamental, ya que es la mayor fuente energética.

Tener una reserva mínima de grasas ayuda al organismo a luchar contra el frío. No obstante, se escogerán con detenimiento el tipo de alimentos grasos, ya que requieren más esfuerzo en su digestión. Se deben descartar los productos ricos en grasas, como embutidos, carnes, huevos, fritos, leche entera o quesos, entre otros. Los frutos secos, combinados con cereales y frutas desecadas, se pueden tomar como aperitivo energético.

Durante el ascenso, que puede durar varias horas o días, se plantea otro tipo de comida. Es la denominada "comida de ataque" o "ración de marcha". Debe estar compuesta por alimentos de alto valor energético y fácil digestión. No faltarán en la mochila tentempiés ricos en hidratos de carbono de asimilación rápida e intermedia, como las barritas energéticas, fruta desecada mezclada con frutos secos (dátiles, pan de higo, ciruelas deshidratadas), copos de cereales y geles o fruta troceada, entre otros.

En los momentos de máximo esfuerzo o cuando se esté cerca de la cumbre, se puede recurrir a los geles o tabletas de glucosa o dextrosa. Estos productos proporcionan un pulso de energía inmediata que el alpinista debe aprovechar con rapidez. Después, se tomará otra ración de alimentos energéticos, para no sentir debilidad, ya que si no se hace así puede aparecer la temible "pájara", que comprometerá el regreso en buenas condiciones.

En la montaña, la lucha contra el agotamiento ha de ser preventiva: alimentación e hidratación suficientes para permitir un esfuerzo prolongado y evitar situaciones de hipotermia e hipoglucemia.

Alimentos liofilizados y empaquetados

Los paquetes de productos liofilizados son un recurso muy útil para las expediciones de alta montaña. Este tipo de alimentos ofrecen a los alpinistas la ventaja de ser ultraligeros. Se disminuye hasta diez veces el peso inicial. A esto se suma la posibilidad de alimentarse de una manera más equilibrada y variada. La liofilización es una técnica de acondicionamiento de los alimentos mediante la deshidratación, en unas condiciones determinadas de presión y temperaturas de congelación.

Son ultraligeros, disminuyen hasta diez veces el peso inicial y permiten una alimentación equilibrada y variada

El resultado es una verdura o una fruta que ha perdido hasta el 95% de su peso en agua, o entre el 60% y el 85% en el caso de las carnes y los pescados. Los alimentos liofilizados se empaquetan en bolsas de alta resistencia, que conservan de manera óptima la calidad dietética y organoléptica -sabor, aroma, textura- durante varios meses e, incluso, hasta tres o cuatro años.

Son varias las marcas comerciales de comida liofilizada que ofrecen recetas originales de la gastronomía de distintas partes del mundo. El objetivo es que los componentes de la expedición consuman alimentos similares a los de su dieta habitual. De los primeros platos liofilizados básicos de tortilla de patata, se ha pasado a la elaboración de sabrosos platos al curry, arroces y sopas con salsas chinas, recetas de cuscús y de paella u opciones de platos vegetarianos.

La identificación de los ingredientes es el aspecto más llamativo para los montañeros que comienzan a tomar alimentos liofilizados. Cabe la posibilidad de ingerir comidas completas en un solo plato que conjugue hidratos de carbono y proteínas. El resultado es un plato de arroz con pollo, de pasta a la boloñesa o a la milanesa, o de pastel de patata y carne picada, entre otros. Estos pasan de 160 gramos iniciales a entre 300 y 520 gramos en el producto ya reconstituido, que aporta alrededor de 600 Kcal.

Los postres y tentempiés se entienden como el complemento energético perfecto, bien para degustarlos después de la comida principal o entre horas, en los momentos precisos para reponer parte de la enorme energía gastada. Entre las diversas opciones destacan el arroz con leche, las compotas de manzanas, cremas de chocolate, macedonia de frutas, mueslis y pasteles de sémola.

El proceso de rehidratación es sencillo e instantáneo, no necesita cocción, basta con remover el fondo de la bolsa y añadir la proporción de agua hirviendo indicada por el fabricante, entre 150 y 250 ml para cada bolsa de 80 g. Se agita el contenido para que se deshagan las salsas y se rehidrate el conjunto de manera homogénea y, en pocos minutos, el producto está listo para ser consumido.

Incluso hay elaboraciones que sirven como desayuno. Incluyen bolsitas liofilizadas de muesli y cacao, leche en polvo con café y azúcar, pan, galletas y mermelada. El aporte energético de este bocado ronda las 800 Kcal.

Hidratación en la Altura

- Imagen: Rick McCharles -

Mientras se hace ejercicio, la hidratación es esencial para no comprometer la salud del organismo ni el rendimiento físico. En la montaña es imprescindible beber agua con frecuencia, que se puede conseguir al fundir la nieve o procedente del deshielo. Antes de beberla hay que potabilizarla mediante un sistema de filtros o con pastillas potabilizadoras que se añaden a la cantimplora. Al agua que sirve para la hidratación de los alpinistas se le debe añadir sales minerales para equipararla en componentes a la de consumo.

Aunque no tenga sensación de sed, el alpinista debe beber con regularidad; es adecuado tomar sorbos cada 15 minutos. Las bebidas para deportistas, el té o los zumos son algunas alternativas para ingerir líquidos en la montaña. Una hidratación insuficiente en momentos de esfuerzo prolongado con sudación importante puede dar lugar a espasmos musculares y calambres, además del consabido malestar neurológico en casos más graves de deshidratación.

07 octubre, 2009

La mejor forma para perder grasa corporal

No nos engañemos: necesitamos grasa para vivir, para transformarla en energía y poder seguir corriendo. Así gastamos calorías, pero no podemos decidir de qué área del cuerpo debe quemarse. Os mostramos los secretos del equilibrio perfecto

publicado por www.runners.com

quemagrasa Efectivamente, no es posible “quemar” grasa localizada en un músculo especifico o área del cuerpo determinada, ya que ésta se utiliza de manera heterogénea, a través del sistema de producción de energía de tipo aeróbico. Aquí tienes algunos ejemplos que demuestran por qué la grasa en el cuerpo no se puede variar de manera voluntaria:

• Los runners corremos a diario, usando las piernas mucho más que los brazos, sin embargo ello no hace que tengamos menos grasa en las piernas que en el tren superior.

• Por ejemplo, los nadadores de alto rendimiento pueden estar entre 3 y 6 horas diarias utilizando el 90% del tiempo sus extremidades superiores, podríamos pensar que tienen menos grasa en esa zona, pero tampoco es así.

La grasa se almacena heterogéneamente y es utilizada heterogéneamente, de acuerdo a la disposición genética de cada persona. Los métodos que aparentan ser rápidos y fáciles para perder grasa, normalmente tienen que ser complementados con otras variables para que el resultado final sea efectivo. Por lo general la grasa se pierde con más dificultad donde más fácilmente se dispone: el primer sitio en que comienza a acumularse es el último durante el proceso inverso, como es lógico.

¿Por qué es importante correr cuando se trata de perder peso?

1º) Se sabe que una persona que pierde peso haciendo sólo dieta, de cada 4 kilos perdidos aproximadamente 1 es músculo, de ahí la importancia de que dieta y ejercicio vayan unidos.

2º) Porque evita la reducción del metabolismo de reposo que se produce inevitablemente cuando sólo se sigue una dieta. Se sabe que este metabolismo de reposo puede bajar hasta un 20%; es decir, en el organismo se produce una cierta resistencia a perder peso cuando sólo se reduce la ingesta.

3º) Porque puede mejorar las cifras de la tensión arterial del colesterol y de los triglicéridos incluso aunque no se haya perdido peso. 4º) Porque mejora la fuerza, la flexibilidad y la resistencia física. Todo esto va a ser clave para poder seguir entrenando sin demasiadas dificultades.

5º) Porque mejora el sentimiento de bienestar y autoestima.

6º) Porque es mucho más probable que aquellas personas que han perdido peso, puedan mantener esta pérdida si siguen realizando ejercicio físico de forma regular. Sin embargo, un porcentaje muy elevado de personas, después de haber perdido varios kilos de peso, recuperan esos kilos en unos meses porque abandonan la dieta y no realizan ejercicio físico.

El mejor quemagrasas: el running

Ejercicio y control de peso son dos cosas que tienen que ir ligadas. Muchos programas para perder peso se centran casi exclusivamente en una reducción de la ingesta calórica, y se despreocupan del gasto de energía.

Los trabajos de tipo mixto, aeróbico bajo y alto (un entrenamiento que, por ejemplo, combine rodajes largos con series), con gasto total de energía alto son los mejores para perder peso, pero recuerda que los ejercicios que inciden sobre una parte específica del cuerpo no reducen la grasa de esta zona. Los factores que controlan el almacenamiento de grasas son principalmente genéticos y hormonales.

Los resultados de numerosos estudios nos ofrecen datos concluyentes. Se observa cómo correr de forma regular se relaciona con una disminución significativa de la cantidad de grasa corporal. Si bien es cierto que la combinación de ejercicio físico regular y el seguimiento de una alimentación adecuada produce mayores efectos sobre la pérdida de grasa del cuerpo.

Por otra parte, el entrenamiento de fuerza, además de aumentar la fuerza máxima, mejora la capacidad para aguantar durante el mayor tiempo posible un esfuerzo muscular, como subir varios pisos de escaleras. Asimismo, el entrenamiento de fuerza puede producir efectos beneficiosos sobre el metabolismo energético en la medida que aumenta el gasto calórico, reduce el porcentaje de tejido graso, mantiene metabólicamente activa la masa muscular y mejora la acción de la insulina.

01 octubre, 2009

Test para Maratón de 2 x 6.000 mts

Un Medio Maratón Previo

     Tres semanas antes del maratón es aconsejable realizar un medio maratón a tope. Se aprovechará éste para ensayar estrategias y tácticas que luego se pondrán en práctica en el maratón. En los días previos también se hará un simulacro de cara al maratón, con la carga de hidratos, la hidratación, el endurecimiento de pies, etc., así como una rebaja sustancial en  el entrenamiento para llegar bien       descansado y rendir al  100 por 100.

     Si has corrido bien y las condiciones climáticas son correctas, el tiempo realizado ya puede ser un primer referente para saber a que ritmo aproximado se puede correr el maratón. Ahora bien, si te equivocas en la estrategia, o el día es malo, (muy ventoso o caluroso) difícilmente podrás sacar conclusiones de cara al maratón.

     En el caso óptimo puedes saber cuál será tu mejor marca en el maratón, lo que no significa que la puedas hacer, pues eso sólo será posible arriesgando a tope y teniendo el día perfecto.

     En la escuela del corredor he podido constatar que para bajar de tres horas en el maratón es necesario realizar un medio maratón tres semanas antes en menos de 1h23. En esas condiciones se estaría muy justo, lo ideal es bajar de 1h22. También es cierto que un corredor bajó de tres horas haciendo previamente 1h23:47, pero es algo excepcional.

     Existen unas tablas estadísticas realizadas en Estados Unidos, que generalizando, calculan que la marca en maratón es el doble de la del medio maratón, mas un 10%. En la escuela he comprobado que se cumple en algunos casos, pero en la mayoría no. Es algo fiable cuando se aplica en marcas del medio maratón que oscilan entre 1h16 y 1h45, pero cuando son inferiores o superiores se desvía mucho. Por ejemplo, un corredor que haga 1:4:40 le saldría en maratón 2:22 y la realidad suele ser muy distinta, pues son corredores de 2h13 a dh16.

El test de 2 x 6000

     El test de 2 x 6000 es un invento de gran éxito de Antonio Serrano. En un principio no era más que unas series largas, pero luego nos dimos cuenta de la estrecha relación entre el estado de forma, los tiempos realizados en los dos seismiles, los resultados de los test de lactato y los tiempos en el maratón. Así que lo convertimos en un test para prever el tiempo en el maratón. Y a partir de ese momento comenzamos a estudiar todas las relaciones entre el mismo y los demás tests y competiciones.

     En los últimos años yo he ampliado el estudio aplicándolo a corredores aficionados de todos los niveles y los resultados son muy buenos. Aún no puedo sacar conclusiones científicas, porque solo lo he estudiado con algo mas de cien corredores, pero cuando consiga resultados con mas de 500, ya podré empezar a considerar sus datos como muy fiables.

     Lo que yo os explico hoy aquí se está cumpliendo con mis atletas en casi el cien por cien de los casos con un margen de error de más menos 2 a 3, aunque considero que aún es prematuro considerar sus tablas como de aplicación universal. Os podrá aclarar mucho cuál pude ser vuestro ritmo en el maratón, pero sobre todo el que nunca deberíais superar en le mismo.

     Primero os explico en que consiste el Test y luego os propongo las tablas de aplicación. Se debe realizar entre 10 y 12 días antes del maratón. El primer 6.000 se hace al ritmo  que se pretende correr el maratón y el segundo se hace a tope. El primero es la clave, si lo hacéis mas fuerte de lo debido, el test pierde gran parte de su valor. Los ritmos en los entrenamientos, el último medio maratón realizado y la prueba de esfuerzo (si la hacéis) ya os habrá aproximado a lo que puede ser vuestro ritmo de competición, y con este test lo podréis confirmar o definir aún más.

      Para un corredor que quiera bajar de tres horas, sus ritmos en el test deberían estar en torno a 25:12(4:12 el Km) en el primer 6.000 y en menos de 22,40(3:47 el Km) en el segundo 6.000. Si la diferencia por Km entre la primera y segunda serie es inferior a 22” quiere decir que el ritmo de la primera era muy próximo al ritmo posible del maratón, lo que sería un grave riesgo competir al mismo y lo correcto sería competir más lento. Si la diferencia en el ritmo es superior a 23” por Km, entre ambas series, quiere decir que el ritmo de la primera si es adecuado para competir en el maratón.

    Todos estos cálculos son teóricos y sólo se cumplirían en condiciones óptimas de competición. Con situaciones climatológicas adversas siempre se pierden varios minutos y esto supone readaptar el ritmo a la nueva situación, el día de la carrera, añadiendo de 3”(cuando se compite a menos de 4’ por Km) a 10”(cuando se compite a mas de 5’30” por Km)

     He elaborado una tabla, donde en función de los tiempos en cada 6.000 y la diferencia de ritmo por Km, nos ofrece cual puede ser el ritmo posible en un maratón. A este le añado el ritmo probable y con ellos describo los tiempos posibles y los probables en el maratón.

    El tramo comprendido entre 2:50 y 3 horas 30' es en el que mayor experiencia  he tenido con corredores y donde la tabla es más fiable. En el resto he tenido menos corredores y el margen de error puede ser mayor. La tabla siempre es de aplicación aproximada y os pondré un ejemplo para que la apliquéis correctamente.

Ejemplo:

     Si un corredor ha realizado el último medio maratón en 1h32, debería hace el primer 6.000 a 4:40 por Km y el segundo a tope. El día del test llueve y hace el primero en 28:13, con la sensación de ir frenándose, pero en el segundo se emplea a tope, y a pesar del mal tiempo hace 24:31. La conclusión es que el ritmo del primero podía ser un poco más rápido, ya que la diferencia de ritmo por Km es muy grande. En este caso el ritmo probable se acerca más al posible y, aunque en la tabla le salga que debe correr el maratón a 4:50, seguro que podría ir tres o cuatro segundos más rápido por Km, a 4:46, que equivale a 3:21 en el maratón. Como podéis comprobar la tabla del test es una referencia para guiaros, pero luego tenéis que ajustarla a vuestra realidad. Os recuerdo que a partir de este test se debería iniciar una bajada importante en la cantidad y en la intensidad de los entrenamientos hasta el descanso total en los últimos tres días, para llegar en las mejores condiciones físicas a la gran cita. Jamás debéis competir una maratón, si queréis rendir al máximo.

La Estrategia en la competencia

     Lo primero es analizar vuestras posibilidades reales para afrontar el maratón con éxito. Las decisiones que se adopten previamente a la competición y el plan para llevarlo a cabo no es más que una "estrategia". La habilidad para llevar a buen fin esa estrategia es la "táctica".

    Tener clara la estrategia de cara al maratón supone una cierta garantía de éxito, sobre todo si ha sido muy meditada. Con la cordura de no imaginarse proyectos irrealizables, hay que tener en cuenta los datos objetivos que nos marcarán nuestros límites. Estos datos nos aportan los entrenamientos, con los tiempos en las series y los ritmos de los rodajes largos, los resultados en otras competiciones previas, las posibles condiciones climatológicas, la capacidad individual de sufrimiento, la posibilidad de ir en grupo o no, el desnivel y la altitud del recorrido, los resultados de las analíticas de sangre (y si se hacen), los de las pruebas de esfuerzo, los del test así como factores menos predecibles como la cantidad de ganas de competir que tenga uno ese día.

Estudiar la Estrategia

     Mi experiencia me dice que en maratón se debe pecar de prudente, de este modo siempre habrá tiempo de incrementar el ritmo en el último tercio de carreta y realizar una buena marca. Arriesgar mucho desde el principio en una carrera tan larga y en la que intervienen tantos factores externos es jugar a la ruleta rusa. Cuando un atleta ha preparado una competición durante tantos meses, con tanta ilusión y rehusando a tantas cosas, no puede perderlo todo en unos minutos por una mala estrategia, puede ser muy frustrante y doloroso. Lo ideal es salir a un ritmo algo más suave de la media que queremos sacar al final. Si tenemos muy claros cuáles son nuestros límites físicos y hemos calculado bien nuestros tiempos todo saldrá correctamente.

    No hay que dejarse llevar por los impulsos iniciales en los que uno se sobrestima y va más rápido de lo que debe. Tampoco es bueno fijarse demasiado en los demás, si algún compañero o amigo se adelanta y tú vas sobre lo previsto no tengas prisa, porque aunque en un principio lo pierdas de vista, al final puede ser él el que no te vea a ti.

¿Cuál será mi marca?

     En los maratones todo se ciñe a cifras: distancias, tiempos, pesos, grados porcentajes de desnivel, número de impactos sobre el suelo, litros de agua que se beben, etc.; pero aún así no se puede calcular y predecir el tiempo que se va a realizar, aunque si el mejor crono al que se puede optar. Todo lo demás son aproximaciones más o menos certeras, que es lo que yo en este artículo. Al final, tu marca será la que seas capaz de hacer el día del maratón. Mantén la concentración durante toda la carrera, escucha a tu cuerpo y si tienes suerte con tu estrategia y con las, condiciones del clima, seguro que consigues realizar la marca que habías previsto unas semanas antes y por la que tanto habías entrenado. ¡Suerte a todos!

Primer     Segundo     Diferencia     Ritmo        Ritmo          Marca      Marca      Barrera

6.000      6.000                               Posible      Probable     Posible     Probable

___________________________________________________________________________

21:00          19:12              18”             3:30            3:33           2:27:41        2:29       Sub. 2:30

21:30          19:36              19               3:35            3:38           2:31:12        2:33

22:00          20:00              20               3:40            3:44           2:34:43        2:37       Sub. 2:40

22:30          20:24              21               3:45            3:49           2:38:14        2:41

23:00          20:48              22               3:50            3:55           2:41:45        2:45

23:30          21:12              23               3:55            4:00           2.45.16        2.48       Sub. 2.50

24.00          21.36              24               4.00            4.05           2.48.47        2.52

24.30          22.00              25               4.05            4.10           2.52.18        2.55

25.00          22.24              26               4.10            4.15           2.55.49        2.59       Sub. 3 horas

25.30          22.48              27               4.15            4.21           2.59.20        3.03

26.00          23.12              28               4.20            4.27           3.02.51        3.08

27.00          24.00              30               4.30            4.40           3.09.53        3.16

28.00          24.54              31               4.40            4.50           3.16.55        3.23

28.30          25.18              32               4.45            4.56           3.23.57        3.28       Sub. 3.30

30.00          26.42              33               5.00            5.12           3.30.59        3.39       Sub. 3.40

31.30          28.06              34               5.15            5.28           3.41.31        3.50

32.30          29.00              35               5.25            5.41           3.48.33        3.59       Sub. 4 horas

34.00          30.24              36               5.40            5.57           3.59.06        4.11

36.00          32.18              37               6.00            6.18           4.13.10        4.25       Sub. 4.30

38.00          34.12              38               6.20            6.40           4.27.14        4.41

40.00          36.06              39               6.40            7.00           4.41.18        4.55       Sub. 5 horas

42.00          38.00              40               7.00            7.25           4.55.22        5.12      

21 septiembre, 2009

La crisis de los 40 pasó de moda: ahora llega cerca de los 50 años

Es por la maternidad tardía y la mayor expectativa de vida. Esta etapa de cuestionamientos cuando se promedia la vida ya no representa un problema sino un momento de oportunidades. Desde cambiar de pareja, trabajo, casa o ciudad, todo se replantea.

Por: Graciela Gioberchio

Diosas a los 50

Crisis de la "mediana edad", dicen los especialistas, es la que se desata cuando se llega a la mitad del camino, donde la distancia entre el presente y el futuro se percibe más chica y se siente que no se pueden seguir posponiendo proyectos y deseos. Pero ¿cuál es la "mediana edad"? ¿Los 40? Quienes estudian el tema afirman que el replanteo de las cuatro décadas es un concepto que ya pasó de moda. Ahora el balance de lo vivido empieza a los 50.
¿Por qué? Lila Isacovich, psicoanalista de la Fundación Buenos Aires lo explica claramente: "Antes se pretendían algunos logros para determinadas edades y ahora, esos mismos objetivos, se han desplazado, sobre todo la llegada de los hijos. Se acepta socialmente a una madre primeriza a los 40 que hasta ese momento pudo estar más concentrada en su profesión o en establecer su pareja. Hay un permiso para probar, cambiar, degustar, separarse, intentar experiencias que antes no se concebían. Y todo eso lleva más tiempo".
Se vive más que antes. Actualmente un argentino puede aspirar a vivir 77 años. Y las estadísticas demuestran que también se prolongan momentos vitales como la maternidad: en 2008 en la provincia de Buenos Aires 1.091 mujeres mayores de 40 años fueron mamás por primera vez: un 25% más que en 2003. Y en los últimos diez años, subió un 45% la cantidad de porteñas primerizas que tienen entre 35 y 45 años.
"Hace diez años ni se pensaba en las técnicas de fertilización a las que hoy recurren cada vez más mujeres", reflexiona Beatriz Literat, ginecóloga y sexóloga del Instituto Médico Halitus.
Los expertos también coinciden en que la difusión de la actividad física, las dietas, la cosmética, las cirugías estéticas y el diagnóstico precoz de muchas enfermedades contribuyeron a mejorar la calidad de vida de la gente.
Hay otra cuestión que también cambió: esta etapa de replanteo hoy ya no se caracteriza como una crisis profunda y negativa sino como una transición, un momento de cambios y oportunidades.
Guillermo Julio Montero, presidente de la Fundación Travesía, dedicada al estudio de esta etapa, explica: "Cuando se vive una crisis de mediana edad comienza una desesperada búsqueda por recuperar el tiempo perdido, con intención de prolongar su juventud y posibilidades de deprimirse". Y compara: "Si, en cambio, la persona vive una transición aumenta su potencial creativo, su vínculo consigo mismo y con los demás y logra reelaborar su propia historia".
Para muchos significa cambiar de vida, incluso -como apunta la psicóloga Beatriz Goldberg-, "en medio de planteos existenciales, de tono religioso y espiritual". Se cambia de casa, de ciudad, de trabajo y de pareja. Los datos del Registro Civil lo confirman una vez más: 44 años es la edad promedio de los bonaerenses que se divorcian porque vuelven a formar una pareja y se casan de nuevo.
El tema no es sólo argentino: alcanza a todo el mundo. Así lo demuestra un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Warwick, en Inglaterra, y del Darmouth College, en EE.UU. que analizó los hábitos de más de 2 millones de personas de 44 a 50 años en 80 países. El responsable del proyecto, Andrew Oswald, señaló: "Alguna personas sufren más que otras. Le pasa al hombre y a la mujer, a los solteros y a los casados, al rico y al pobre, a los que tienen hijos y a los que no tienen".

14 septiembre, 2009

En España, las enfermedades cardiovasculares suponen un gasto anual de 7.000 millones de euros

Roberto Elosua, licenciado en Medicina por la Universidad de Navarra, coordina el Grupo de Investigación de Epidemiología y Genética Cardiovascular del IMIM (Instituto Municipal de Investigación Médica) en Barcelona. Sus líneas de investigación se centran en el estudio de la epidemiología, las bases genéticas de las enfermedades cardiovasculares y sus factores de riesgo. El equipo de trabajo que dirige está constituido por un grupo multidisciplinario compuesto por epidemiólogos, biólogos, bioquímicos, cardiólogos, bioestadísticos, cirujanos vasculares y neurólogos.

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Roberto Elosua es especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública

Por JORDI MONTANER - 8 de septiembre de 2009

¿Se vive mejor en el sur?

Es probable, pero las enfermedades cardiovasculares también son la primera causa de mortalidad en el norte. En 2007, fueron las responsables del 36% de las muertes en España, acabaron con la vida de 124.126 personas. Al contrario de lo que se piensa, este grupo de enfermedades causó más muertes entre las mujeres (67.128) que entre los hombres (56.998). Otra paradoja es que las comunidades más septentrionales (Murcia, Andalucía o Canarias) registran un mayor índice de mortalidad.

En hombres y en mujeres puede que lata un corazón distinto...

En mujeres, el ictus (hemorragia o embolia cerebral) fue la enfermedad cardiovascular relacionada con un mayor número de muertes, seguida de la cardiopatía isquémica (infarto de miocardio). En hombres, en cambio, se invirtió el orden.

¿Cuántos infartos se producen cada año en España?

Cerca de 85.000 y, una tercera parte, causan la muerte del paciente antes de que llegue al hospital.

Y eso que está prohibido fumar en la mayoría de los espacios públicos.

"Si se redujera la contaminación atmosférica en España a los niveles recomendados, se podrían prevenir hasta 16.000 muertes cada año"

Pero el consumo de tabaco es todavía la primera causa de enfermedad, invalidez y muerte evitable en España. Desde la salud pública, hacemos una interpretación muy positiva de las leyes antitabaco, que han propiciado ya un descenso del 12% en el número de infartos. No obstante, abogamos por una prohibición total en todos los espacios públicos, incluidos bares y restaurantes.

Pero los impuestos del tabaco también pueden financiar las enfermedades que ocasiona.

Si la gente no fumara, se agilizarían mucho más los costes. En España, las enfermedades cardiovasculares comportan un gasto público anual de 7.000 millones de euros; en Europa ya se llega a los 168.757 millones. El tabaco está detrás de un 29% de las muertes por enfermedad coronaria.

Usted ha tomado parte estos días en la celebración del evento de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC) que ha congregado a más de 30.000 congresistas.

En efecto, ha sido un congreso muy intenso en cuanto a información, en el que se han anunciado nuevos tratamientos, se ha revisado la eficacia de terapias tanto farmacológicas como intervencionistas y se han dado a conocer estudios, cuando menos, curiosos.

¿Podría destacar una curiosidad?

Sí, destacaré dos. Un estudio advierte de que los niños concebidos mediante técnicas de reproducción asistida tienen signos de disfunción cardiovascular que podrían indicar un mayor riesgo de padecer patologías cardiacas cuando sean adultos. En otro estudio, se corrobora que las personas altas registran menor riesgo de padecer episodios cardiovasculares, frente a las de estatura baja.

Entonces, los bebés probeta pueden tener un problema.

Esto es lo que se deduce de una investigación llevada a cabo en Suiza con 120 niños de 11 años. Es un estudio pionero, puesto que los cardiólogos jamás habían mostrado un interés especial por el origen reproductivo de los pacientes y ha demostrado de forma científica que 60 niños que fueron concebidos mediante técnicas de reproducción asistida tenían entre un 15% y un 17% menos de capacidad de dilatación arterial que otros 60 niños que vinieron al mundo por métodos tradicionales. Se conoce que esta circunstancia conlleva un riesgo mayor de episodios cardiovasculares.

DEL AIRE AL CORAZÓN

- Imagen: Yarik Mission -

Roberto Elosua también aportó su conocimiento científico en el congreso de la Sociedad Europea de Cardiología en Barcelona. Su equipo de trabajo presentó un estudio de calidad medioambiental realizado en cinco ciudades europeas, entre ellas Barcelona. El trabajo concluye que si se redujera la contaminación atmosférica en España a los niveles internacionales recomendados, se podrían prevenir hasta 16.000 muertes cada año. "Hay investigaciones que indican que en los días de mayor contaminación en las ciudades hay también mayor número de ingresos por infarto agudo de miocardio y otras patologías", apunta este investigador en salud pública.

"Si se disminuyera la contaminación en ciudades como Barcelona, se podría reducir el número actual de 1.800 ingresos y 3.500 muertes al año por enfermedad cardiovascular". El mismo caso podría extrapolarse a otras ciudades españolas como Madrid, Bilbao o Valencia: "hoy sabemos que vivir cerca de una autopista o de carreteras muy transitadas aumenta en número los infartos agudos de miocardio".

Este estudio señala a las partículas ultrafinas de polución, originadas sobre todo por los vehículos de motor, como desencadenantes del conflicto. "Estas partículas pueden pasar desde los pulmones al torrente circulatorio y causar daño en la pared de las arterias", concreta. Los efectos perjudiciales de la contaminación pueden presentarse de manera inmediata o a largo plazo, como enfermedad crónica. Tales efectos van desde alteraciones en la frecuencia cardíaca, al aumento de la presión arterial, la vasoconstricción o la variación en la coagulación sanguínea.