25 noviembre, 2008

La diabetes: magnitud de la pandemia

Hábitos poco saludables y el progresivo envejecimiento de la población están provocando un incremento importante de esta enfermedad
Por MONTSE ARBOIX

El 14 de noviembre, se celebró el Día Mundial de la Diabetes, una enfermedad que afecta a 246 millones de personas en todo el mundo y que, si se cumplen las previsiones, alcanzará los 380 en el año 2025. Con motivo de esta jornada, organizaciones de pacientes y sociedades profesionales piden que se mejore el acceso al cuidado de los enfermos, que se consolide la investigación y que los gobiernos establezcan y ejecuten planes contra la enfermedad.

Tratamientos y estilos de vida


Imagen: Jessica Merz

El fisiólogo Frederik Grant Banting, nacido el 14 de noviembre de 1891, fue quien, junto a Charles Best, logró aislar por primera vez la insulina en 1921. Gracias a este hallazgo la diabetes pasó de ser una enfermedad mortal a ser una enfermedad controlable. Por este motivo, la Federación Internacional de la Diabetes (IDF, en sus siglas inglesas) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) han escogido esta fecha para hacerse eco, por un lado, del alcance de la enfermedad y sus consecuencias y, por otro, de los beneficios que tiene seguir de forma adecuada el tratamiento y un estilo de vida saludable.
El 20 de diciembre de 2006, la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) calificó la diabetes como la primera enfermedad no transmisible -no infecciosa- con graves consecuencias para la salud mundial. Desde el año pasado, la IDF y la OMS prestan una especial atención en la incidencia al alza de la diabetes tipo 2 en sectores de población cada vez más jóvenes.
Para Anne-Marie Felton, presidenta de la Federación de Enfermeras Europeas en Diabetes (FEND) y vicepresidenta de IDF, la pandemia de la diabetes es una amenaza global para la humanidad. "La IDF, junto con organizaciones nacionales e internacionales relevantes de la diabetes, celebrará este día iluminando edificios simbólicos en todo el mundo de color azul", anuncia Felton. De la misma manera, las organizaciones nacionales de pacientes y las sociedades profesionales atraerán la atención de los ciudadanos en sus países sobre la necesidad de mejorar el acceso al cuidado de los enfermos, para consolidar la investigación y para impulsar a los gobiernos a establecer planes nacionales de la diabetes y ejecutarlos.

Alcance de la epidemia
Las cifras de la diabetes mellitus (DM) son estremecedoras; cada año desarrollan la enfermedad cerca de siete millones de personas en todo el mundo, mayoritariamente diabetes tipo 2 (95%) y un 5% tipo 1. Según los últimos datos disponibles, cerca de 3,8 millones de muertes están asociadas a la diabetes, principalmente por enfermedades de tipo cardiovascular (infarto de miocardio y accidente cerebrovascular). Casi la mitad de los afectados tienen entre 40 y 59 años, y el 70% de ellos son de países en desarrollo. En países como Asia, Oriente Medio, Oceanía y la zona del Caribe la incidencia alcanza entre un 12% y el 20% de la población adulta. Los expertos prevén que en el 2025, el 80% de todos los casos de diabetes se encontrarán en países con ingresos bajos o medios.
La diabetes tipo 2 está aumentando de forma espectacular entre niños y adolescentes y se está convirtiendo en un problema de salud pública mundial
Otro factor que preocupa altamente a las autoridades sanitarias es la creciente proporción de niños afectados por diabetes tipo 1: casi 70.000 menores de 14 años desarrollan la enfermedad cada año. A esto hay que sumarle la prevalencia en el tipo 2, que también aumenta de forma global, independientemente del país al que pertenezcan. Incluso se empiezan a dar casos en niños menores de ocho años. Hasta ahora, la diabetes mellitus 2 -la "no insulinodependiente"- se ha venido asociando a personas adultas en las que los factores genéticos, la obesidad (cabe recordar que el 80% de ellos tienen sobrepeso u obesidad), las dietas desequilibradas (muy energéticas y ricas en azúcares sencillos), el sedentarismo y el envejecimiento han sido factores de mucho peso. Actualmente, este tipo de diabetes representa entre el 90% y el 95% de todos los casos.
"En estos momentos se está observando en todo el mundo un incremento importante en la prevalencia e incidencia de esta enfermedad debido principalmente a un cambio en los estilos de vida así como a una mayor esperanza de vida en la población general", señala Francesc Xavier Cos Claramunt, especialista del Comité Ejecutivo Primary Care Diabetes Europe y RedGEDAPS (grupo para el estudio de la Diabetes en Atención Primaria de Salud). "Pero lo que quizás mayor alarma está provocando es cómo afecta a los más pequeños; prueba de ello es que la diabetes tipo 2, antes conocida como del 'adulto', ahora afecta cada vez a edades más tempranas", añade el experto.
Este cambio en la epidemiología de la entidad está motivado por unos malos hábitos que se han instalado en la sociedad occidental y que han propiciado un importante incremento de la obesidad infantil, a la vez asociada al diagnóstico de diabetes tipo 2 en estas edades, insiste Cos.

La Diabetes en Niños y Adolescentes
Por este motivo, la campaña de este año se centra, bajo el lema "La Diabetes en Niños y Adolescentes", en alertar sobre los síntomas de la enfermedad, fomentar iniciativas para reducir la cetoacidosis diabética (exceso de ácidos en el organismo por un mal control de la enfermedad y mayor causa de muerte en niños con diabetes 1) y promover estilos de vida saludables para ayudar a prevenir la diabetes de tipo 2 en niños. Otro de los objetivos marcados es que cada vez más niños se beneficien del programa "Life for a Child".
Este programa ayuda en el cuidado de cerca de 1.100 niños en más de 18 países en el mundo, de forma local y con cada gobierno, para establecer soluciones sostenibles. Además, cubre las necesidades inmediatas de los niños, como el acceso al tratamiento con insulina, jeringas, monitorización y educación diabetológica. "Tristemente, todavía hoy hay muchos niños en el mundo, sobre todo en países en desarrollo, que no tienen a su alcance insulina y fallecen", añade Felton.
"Life for a Child", además, recibe ayuda de la campaña del día Mundial de la Diabetes. Los expertos creen que es necesario el apoyo de instituciones y autoridades sanitarias para detectar la población en riesgo y prevenir la enfermedad o, en todo caso, disminuir las complicaciones que de ella se derivan. Para ello, es imprescindible disponer de las herramientas y los recursos económicos y humanos adecuados.

¿Cómo reconocer la diabetes 2?



Imagen: Jan Roger Johannesen

La diabetes tipo 2 se acompaña, por norma general, de obesidad y resistencia a la insulina, que quiere decir que las células grasas, hepáticas y musculares no responden a la insulina como cabría esperar y no almacenan glucosa para obtener energía. El páncreas, como resultado, incrementa su producción de glucosa, que se va acumulando en la sangre (hiperglucemia). La diabetes tipo 2 se desarrolla de forma gradual. Es común que en el momento del diagnóstico la persona tenga sobrepeso, aunque no son raros los casos que se presentan en personas delgadas, principalmente ancianas.
En la aparición de la enfermedad juegan un papel importante los antecedentes familiares y la genética. Además, un bajo nivel de actividad física, una dieta deficiente y el peso corporal excesivo (especialmente en la cintura) incrementan de forma significativa el riesgo de desarrollar este tipo de diabetes. Asimismo, tener más de 45 años, cifras de HDL (colesterol beneficioso) de menos de 35mg/dl o niveles de triglicéridos superiores a 250 mg/dL, hipertensión arterial, antecedentes de diabetes gestacional y pertenecer a poblaciones afroamericanas, hispanoamericanas o de indígenas americanos son otros de los factores de riesgo.
En pocos casos la diabetes tipo 2 muestra síntomas claros. Algunos de ellos pueden ser visión borrosa, disfunción eréctil, astenia, aumento del apetito y de la sed, aumento de la micción e infecciones frecuentes o cicatrización lenta de heridas.



En niños



Imagen: Colin Rose

La diabetes infantil está considerada una de las enfermedades crónicas más comunes en esta etapa. De no ser diagnosticada a tiempo, puede provocar lesiones cerebrales importantes. La diabetes tipo 1, cuando hay poca producción de insulina o nula, no se puede prevenir. Es la más común en menores de 15 años y llega a afectar a 500.000 niños. Sin embargo, un diagnóstico a tiempo y una buena educación sanitaria sí que son decisivos para reducir las complicaciones y discapacidades y evitar fallecimientos.
Por otro lado, y a consecuencia de una mala alimentación, de la obesidad y un ritmo de vida sedentario, la diabetes 2 está aumentando de forma espectacular entre niños y adolescentes, convirtiéndose en un problema de salud pública mundial. Según las últimas evidencias disponibles, este tipo de diabetes se puede prevenir disminuyendo de peso y con un programa de actividad física moderado. Asimismo, debe tenerse en cuenta que niños y adolescentes viven de forma diferente la enfermedad que los adultos.
Para ellos, la monitorización de los niveles de glucosa, la medicación y el control de la actividad física y de las ingestas, sobre todo al inicio, obstaculiza sus actividades de la vida diaria, el rendimiento escolar e, incluso, su vida social. Por este motivo es necesario que tanto médicos de familia como progenitores y comunidad educativa aúnen sus fuerzas para ayudar a este colectivo a alcanzar la adultez con el menor impacto sobre su bienestar.
"La educación debe ser gradual e individualizada en función de la situación clínica del paciente y de sus necesidades"
La niños y las familias con niños y adolescentes con diabetes tipo 1 requieren un entorno social que sea más sensible y que tenga un conocimiento básico de la enfermedad. Por este motivo, "las instituciones de todo el mundo y, en concreto, las de España, deben poner medios para divulgar todo aquello relacionado con la enfermedad diabética a estas edades", explica Francesc Xavier Cos, "como formación a profesionales sanitarios de Atención Primaria, de centros escolares así como a las propias familias, permitirían comprender la enfermedad y saber cómo actuar en caso de complicación".
Para este experto, la sociedad actual debe adquirir un nivel de madurez que permita a pacientes con diabetes y sus familias vivir esta condición con mayor naturalidad, despojándola de sentimientos de culpa y sufrimiento personal, que en algunos casos acompaña a la enfermedad.
Importancia de la educación en diabetes
Las actividades de la educación sanitaria son un proceso dirigido a proporcionar conocimientos e informaciones para que el individuo -o la comunidad como grupo- adquiera los conocimientos, técnicas y habilidades adecuados para conseguir modificaciones de comportamiento voluntarias y lograr una mejor calidad de vida. En el caso de la educación diabetológica, los últimos datos disponibles demuestran su impacto positivo en la evolución clínica y la disminución de costes de la asistencia sanitaria en un 70-80%.
Uno de los objetivos de la educación sanitaria, en cualquier campo, es proporcionar herramientas adecuadas para que, tanto el individuo como la comunidad, aumenten sus conocimientos y sean capaces de corresponsabilizarse en la prevención y promoción de hábitos saludables. El objetivo es conseguir los efectos esperados en la salud física y psíquica, además de estar capacitados para tomar las decisiones que implican la mejora de su estado de salud.
La diabetes tiene determinadas particularidades que hacen imprescindible la educación: porque es una enfermedad crónica, porque de no llevar un buen control implica complicaciones específicas y graves y, además, porque requiere la participación del paciente para hacerse un autocontrol correcto, con determinaciones en sangre en su domicilio, seguir la dieta, administrarse el tratamiento, programarse actividades de ejercicio físico y hacer determinaciones analíticas domiciliarias.
Por este motivo, la educación diabetológica es uno de los pilares básicos en el tratamiento de la diabetes. Para Cos, ésta debería plantearse considerando al paciente como centro en el manejo de la enfermedad, con el objetivo de fomentar la autonomía del mismo en la toma de decisiones. "La educación debe empezar desde el momento del diagnóstico, debe ser gradual e individualizada en función de la situación clínica del paciente y de las necesidades que éste presente o requiera", añade el especialista.
Son los profesionales de las unidades de diabetes de hospitales y de atención primaria, básicamente educadoras en diabetes y enfermeras, las responsables en desarrollar esta labor educativa. En este momento, "se están realizando esfuerzos desde las asociaciones de pacientes con diabetes, así como desde las administraciones sanitarias para mejorar este aspecto central del tratamiento de la diabetes".

19 noviembre, 2008

El triatlón es una buena opción para ponerse en forma




Y no hablo de competir a nivel élite o hacer algún Ironman, sino de practicar las tres disciplinas que componen este deporte. Tanto nadar como pedalear y correr son deportes eminentemente aeróbicos y esto tiene muchos beneficios para el organismo, más teniendo en cuenta que entre todos utilizan todos los grandes músculos del cuerpo.
Para iniciarse al triatlón no es necesario practicar los tres deportes todos los días, sino alternarlos en el transcurso de la semana y metiendo días de descanso entre ellos. Un ejemplo de semana de entrenamiento para iniciarse podría ser:

Lunes: correra a ritmo suave durante 30-40 minutos y completar con estiramientos y ejercicios de fuerza.
Martes: descanso
Miércoles: nadar 5 series de 100 metros con descansos de 2 minutos. Aprovechar la pileta y hacer unos largos a espalda para tonificar la zona.
Jueves: descanso
Viernes: salida en bici de ruta o mountain bike con un recorrido de 1 hora. No olvidar los estiramientos del tren inferior al terminar.
Sábado: descanso
Domingo: ejercicios de abdominales


Este es un ejemplo simple para iniciarse al triatlón y probar esta disciplina, evidentemente si tu nivel es superior deberás de adaptar las intensidades en cada entrenamiento.
El triatlón es un deporte que engancha porque al trabajar la totalidad del cuerpo pronto se ven los avances y beneficios. Además el intercalar el nado con la bici y la carrera los entrenamientos no se hacen monótonos y siempre hay un componente de motivación.

11 noviembre, 2008

La Obesidad. Etiología y Epidemiología


DESCRIPCIÓN/ DEFINICIÓN

¿Qué es la obesidad?
Es la presencia de un exceso de grasa corporal. Por lo tanto, no se puede considerar como obesa a una persona que, por ejemplo, retiene líquido (edema).
¿Cómo puede saber una persona, de forma sencilla, si tiene sobrepeso u obesidad?1. En personas mayores de 17 años: fácilmente, porque conociendo su peso y su talla puede calcular el Indice de Masa Corporal (IMC), también conocido como Indice de Quetelet. Por ejemplo, para una persona que pesa 60 kilos y mide 170 centímetros, el IMC se calcula dividiendo los kilos entre la talla en metros al cuadrado. Es decir:
IMC = 60/ 1.702 = 60/ 2.89 = 20.8Kg/ m2

La OMS, recientemente, ha establecido la siguiente clasificación del peso de una persona en relación con su IMC:

Edad (años) IMC (Kg / m2)
Bajo Peso
Menor o Mayor de 40.0


Definición de Sobrepeso y Obesidad.

Se han hecho cálculos y, por ejemplo, una chica de 30 años con un IMC de 30Kg/m2 (obesa) vivirá, de media, 5 años menos que otra chica de su edad pero con un IMC de 20Kg/ m2.
Sin embargo, este IMC que relaciona el peso y la talla de una persona no puede discriminar entre el exceso de peso producido por una acumulación excesiva de grasa (obesidad), una hipertrofia muscular (en un deportista o en un trabajador cuyo oficio sea físicamente muy exigente) o una retención de líquido (edema); por eso, para asegurarnos que el sobrepeso/ obesidad es debido a una excesiva acumulación de grasa es conveniente utilizar una segunda medida: el Indice Cintura/ Cadera (ICC) como indicador de la distribución de la grasa corporal.Para calcular este índice tenemos que medir con una cinta métrica, paralela al suelo, el perímetro de la cintura a nivel de la última costilla flotante, y el perímetro máximo de la cadera a nivel de los glúteos. Por ejemplo, un varón tiene 105 centímetros de cintura y 98 centímetros de cadera; es decir:
ICC = 105cm / 98cm = 1.07cm
Se ha calculado que una relación entre cintura y cadera superior a 1.0 en varones y a 0.8 en mujeres es indicativo de un elevado riesgo de desarrollar enfermedades coronarias (infarto agudo de miocardio,…).
En la siguiente tabla se puede ver cómo una persona, conociendo su IMC y el perímetro de su cintura, puede saber qué riesgo tiene de desarrollar algunas enfermedades que suelen acompañar a la obesidad, como la diabetes mellitus, la hipertensión arterial y las enfermedades cardiovasculares.

Edad (años)
Perímetro Cintura

Varones <>
Mujeres <>
Perímetro Cintura

Varones > 102 cm

Mujeres > 88 cm
25.0 - 29.9 *
Aumentado
Alto
30.0 - 34.9
Alto
Muy Alto
35.0 - 39.9
Muy Alto
Muy Alto
> 40.0
Extremadamente Alto
Extremadamente Alto

Riesgo de desarrollar algunas enfermedades asociadas a la obesidad (diabetes mellitus tipo II, enfermedades cardiovasculares...) en relación con el IMC y el perímetro de la cintura.

EPIDEMIOLOGÍA
¿A cuántas personas afecta esta enfermedad?

La obesidad ha sido recientemente clasificada por la OMS como una enfermedad mundial que en las últimas décadas está creciendo con índices de epidemia. En España es obesa el 13% de la población mayor de 20 años, y el 20% de los mayores de 45 años. En Estados Unidos es obesa 1 de cada 4 personas, el doble de las cifras encontradas en los años 60.

TIPOS/ CLASIFICACIÓN
¿Cuántos tipos de obesidad existen?

Existen, básicamente, dos tipos de obesidad:
1. Obesidad androide: consiste en una acumulación excesiva de grasa a nivel del abdomen (tronco). Más común en varones, este tipo de obesidad está muy ligada al desarrollo de las enfermedades cardiovasculares, la diabetes mellitus tipo II y la hipertensión. Sin embargo, responde bien a un incremento de gasto energético debido al ejercicio físico.
2. Obesidad ginecoide: consiste en una acumulación excesiva de grasa a nivel de glúteos y muslos. Más común en mujeres. Este tipo de obesidad no se encuentra tan relacionada con el riesgo de desarrollar las enfermedades que hemos nombrado, pero responde peor que la obesidad androide al gasto de energía debido al ejercicio físico.

CAUSAS
En realidad, ¿por qué engorda una persona?

Los especialistas señalan que es porque:

1º) las personas de los países industrializados y en vías de desarrollo, en general, cada vez gastan menos energía porque cada vez es necesario un menor esfuerzo físico en el trabajo, en el transporte y en las actividades diarias. Este menor gasto energético diario, para que no se acompañe de una ganancia de peso graso, debería ir asociado de un menor consumo de calorías; y

2º) sin embargo, existe una tendencia generalizada a consumir excesivamente alimentos ricos en grasa que contienen muchas calorías. Todo ello, inevitablemente, se ha traducido en un incremento de los índices de obesidad en estos países.

PATOFISIOLOGÍA
¿De qué depende el peso corporal de una persona?

El peso de una persona depende de su equilibrio energético durante un período prolongado de tiempo.

¿Qué quiere decir equilibrio energético?. El equilibrio energético de nuestro organismo se puede comparar con una balanza; en uno de los platillos se acumulan los alimentos que ingerimos diariamente, cada uno con sus calorías, y en el otro se colocan todas las calorías gastadas por nuestro organismo en ese tiempo, desde las calorías necesarias para que un organismo siga vivo cuando está en reposo (o metabolismo de reposo), o las gastadas por las actividades de la vida diaria como el trabajo o el ejercicio físico, hasta las que el organismo necesita para digerir los alimentos que comemos (o efecto térmico de los alimentos). En definitiva, si la balanza habitualmente se inclina hacia el lado de los alimentos que esa persona come, querrá decir que está ingresando más calorías de las que "quema" y, por lo tanto, engordará.

Ejemplo:
Si habitualmente las calorías ingeridas y las gastadas son similares, nuestro peso permanece estable. Si en una época dada quemamos más calorías de las que ingerimos, nuestro peso tiende a la baja. A esto se conoce como equilibrio energético negativo y puede suceder porque, por ejemplo, nuestra actividad laboral es físicamente muy exigente, nos ha dado por hacer más ejercicio físico y/ o estamos haciendo una dieta. Pero si habitualmente comemos más calorías de las que quemamos o durante una época, aunque comemos básicamente lo mismo, hacemos una vida más sedentaria (equilibrio energético positivo), enseguida nos daremos cuenta que nuestro peso aumenta.
Como regla general, se dice que ganamos medio kilo de grasa por cada exceso de 3500Kcal. Por ejemplo, una persona que habitualmente tiene un pequeño balance energético positivo (el lunes: +140Kcal; el martes: +60Kcal; el miércoles: +390Kcal; el jueves: +110Kcal,…), cuando día a día haya acumulado +3500Kcal habrá almacenado en su organismo unos 450g de grasa.
¿Por qué es importante no ser obeso?Porque la obesidad es una enfermedad que se acompaña frecuentemente de otras enfermedades como la diabetes mellitus tipo II, la hipertensión arterial, hiperlipidemias (colesterol elevado en sangre,…), algunos cánceres (colon, próstata, pecho) y osteoartritis. A su vez, la diabetes, la hipertensión y el colesterol elevado favorecen el desarrollo de las enfermedades del corazón (enfermedad coronaria).